Zona de Tolerancia
Para Sebastían,
Joshua y Alejandra.
Por Rodrigo Vidal
Un grupo de personas llegó a las instalaciones del Centro de Ambulación de Prevención y Atención en Sida e ITS (Capacits), ubicado a un costado del Hospital Regional de Poza Rica, cargando bolsas de plástico. En ellas llevaban dulces, piñatas y algunos juguetes.
Acudieron, como cada año, a celebrar el Día del Niño con los menores contagiados de VIH. Al día siguiente participarían de la fiesta preparada para los niños con leucemia, atendidos en dicho nosocomio.
A lo largo del año esos niños interrumpen sus estudios, sus juegos, para recibir tratamientos médicos; algunos de ellos tienen la edad para no entender del todo lo que les ocurre, pero otros más concientes desean como único regalo gozar de salud.
Censida reporta que para noviembre del año pasado había en el país 3 mil 196 casos acumulados desde 1983, de menores entre 0 a 14 años con VIH. De ese total, mil 711 son varones y mil 485 mujeres.
Sólo en 2009 hubo 84 nuevos casos entre enero y noviembre, la mayoría por vía perinatal, de la madre al hijo y ocho por transmisión sexual. Se estima que en México hay 40 mil huérfanos a causa del VIH/Sida.
Para algunos, la enfermedad no es todo lo peor que les puede pasar, con ella viene la discriminación que sufren por ser portadores del virus desde su nacimiento, sin embargo, con apoyo de su familia y el ánimo de vivir, enfrentan lo molesto del tratamiento y lo doloroso de ser señalado.
En circunstancias parecidas se encuentran los niños con leucemia del Hospital Regional, quienes debido a un diagnóstico tardío no se salvarán. En México, anualmente, se registran 7 mil nuevos casos de niños con leucemia, de los cuales sólo mil 500 son atendidos por los diferentes sistemas de seguridad social y cinco por ciento en el sector privado.
La falta de atención médica implica un tardío diagnóstico de este padecimiento, por lo que la leucemia es una de las principales causas de muerte entre la infancia mexicana.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene contabilizados que en México, 90 por ciento de los niños con cáncer, mueren sin haber recibido cuidados médicos.
La leucemia se presenta por el crecimiento incontrolado de las células de la médula ósea, y del total de casos en el país, se estima que 95 por ciento se encuentra en la etapa aguda, y 5 por ciento en la crónica.
La vida es uno de los derechos más preciados del ser humano una vez que nace. La situación de estos niños muestra fallas muy grandes en políticas públicas en materia de salud, hoy cargadas de moral desbordada sólo para proteger al embrión pero que no incluye en su lucha a estos menores, víctimas no de su suerte, sino de decisiones erróneas en el área de la prevención.
La dirección de grupos de ultraderecha que se encuentran en el poder impide que en México arranquen campañas de orientación sexual que contribuyan a la prevención del contagio de VIH/sida, que afecta a todos, no sólo a homosexuales como se insiste en reiterar.
Los intentos por privatizar hasta los servicios de salud en México provocan que ese ramo no reciba la inversión necesaria para mejorar las clínicas y hospitales, dotándolos del equipo y personal especializado, ético y comprometido, que pueda hacer un diagnóstico a tiempo para tratar la leucemia.
Son dos casos que están matando a nuestros niños, y urge que la sociedad también despierte, se levante del letargo y se convierta en proactiva, exigiendo a las autoridades cumplir con su obligación de proteger el derecho a la vida de los niños en México.
Mis felicitaciones para todos los niños y para quienes hacen este trabajo altruista en el Hospital Regional de Poza Rica. Comentarios, quejas y sugerencias, dejar aquí:
(Publicado el 30 de abril de 2010)
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