Laica, la palabra incómoda

Zona de Tolerancia

Por Rodrigo Vidal


Un día antes de celebrarse el 93 aniversario de la Constitución de 1917, la Cámara de Diputados aprobó en comisiones añadir en la Constitución que el Estado tiene carácter laico, modificando el Artículo 40.

Es sin duda un tema que avivará el fuego de la polémica levantada por la participación tan abierta que ha tenido principalmente la Iglesia Católica en la toma de decisiones en temas que tienen que ver con la vida nacional y que deben resolverse en el ámbito de lo jurídico y no de lo religioso.

Por supuesto fueron los legisladores panistas los que rechazaron los fundamentos del dictamen que calificó como ‘antirreligioso’. Pero hay que aclarar algo, laico refiere a un Estado libre de dogmas religiosos que por supuesto permite la libertad y pluralidad en esa materia.

Que no se mal interprete, este principio busca que las cosas de ‘Dios sean de Dios, y del Cesar al Cesar’, coloquialmente hablando. Se trata de que las intervenciones de los ministros religiosos no salgan de su ámbito legal, sin que también se interprete como una medida que busque coartar su libertad de expresión.

Pero en los últimos meses, la Iglesia Católica ha tenido una intervención directa en temas sociales donde pretenden aplicar criterios obsoletos y retrogradas para una democracia.

Un ejemplo de ello han sido las 17 reformas a igual número de constituciones de entidades federativas que han endurecido su postura en torno al aborto, prohibiendo y sancionando a las mujeres que interrumpan legalmente su embarazo, y con ello fomentando que esta práctica se siga realizando de manera clandestina, ya que el Estado, en lugar de reconocer los derechos que las mujeres tienen a decidir sobre su propio cuerpo, ahora las persiguen con la bendición de la Iglesia.

O la reciente cruzada en contra de la comunidad homosexual, al oponerse a los matrimonios entre personas del mismo sexo, y que ha tenido la complicidad del Estado, con el recurso de inconstitucionalidad que interpuso la PGR ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, una medida que por cierto, muchos juristas han declarado que no tiene sustento y por lo tanto no pasará.

El dictamen aprobado por mayoría que incluye la palabra “laica” al Artículo 40 constitucional que define el carácter del Estado, establece: “Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una república representativa, democrática, laica, federal, compuesta de estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, pero unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental”.

Esta aprobación dejó para otro proceso el legislar candados a la actuación de los ministros de culto, que un sector del PRI y la izquierda intentaron incluir en los artículos 108 y 130, y que rechazaron el PAN y la mayoría del PRI, “por estar fuera de técnica legislativa”.

El dictamen fue aprobado por 18 votos a favor del PRI, PRD, PT y PVEM, y cinco en contra del PAN. Y esto dará para más. Comentarios, quejas y sugerencias, dejar aquí abajo:
(5 de febrero de 2010)