domingo, 9 de mayo de 2010

ATG, detrás del mito

Zona de Tolerancia

Por Rodrigo Vidal

“Mal que me quieren mis comadres porque les digo las verdades; bien que me quieren mis vecinas porque les digo las mentiras”, reza el refrán, y lo comparto a colación de las declaraciones que han hecho autoridades de todos los niveles: federal, estatal y municipal, además de las sindicales en el caso del proyecto Aceite Terciario del Golfo (ATG), antes Paleocanal de Chicontepec.

Desde que la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), pidió a Pemex que detuviera la perforación de pozos dentro del Proyecto ATG, debido a los números rojos que venía reportando desde hace cuatro años, incontables declaraciones han hecho políticos para desmentir el fracaso del proyecto de explotación petrolera más importante de la administración federal.

Se trataba del yacimiento con mayores expectativas por parte de Pemex, ya que sus reservas se estiman en 17,000 319 millones de barriles de petróleo.

Pero los hechos han superado las declaraciones de cualquiera. La reducción de un 53 por ciento en el presupuesto del Proyecto ATG para el próximo bienio que aprobó el año pasado la Cámara de Diputados parecía dar la razón a lo dicho por la CNH.

Entonces la postura del organismo regulador de la actividad petrolera en el país era tomada en serio: era necesario detenerlo pues su escasa producción se debía al “incorrecto método de explotación que actualmente desarrolla Pemex, por lo que el proyecto debe ser detenido y replanteado hasta que no se tenga disponible un verdadero plan de desarrollo”. Palabras del presidente de la CNH, Juan Carlos Zepeda.

Y en la región, donde opera el Activo ATG y se desarrolla la exploración y perforación de pozos, desde noviembre del año pasado varias de las compañías contratistas comenzaron a retirarse. La Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajador, las Juntas de Conciliación local y federal, hoteleros, restauranteros, arrendadores de viviendas, los mismos trabajadores petroleros han dado cuenta del retiro de varias empresas.

Sin embargo, se insiste en que ATG va para adelante, cuando en el futuro inmediato lo que viene es la salida de más compañías, como la trasnacional Weatherford, con la que quedarían sin empleo más de 200 trabajadores.

Entonces ¿por qué insistir en el potencial futuro del Proyecto Chicontepec, pese a todos los indicadores en contra? ¿Se trata acaso de engañarnos sobre bonanzas venideras? ¿qué no tendríamos que aprender a no depender de la petrolización de la economía?

Todavía muchos tienen sus esperanzas fincadas en este proyecto. El Tecnológico de Poza Rica y la Universidad Veracruzana abrieron, al parecer de manera tardía carreras en Ingeniería Petrolera, ¿Habrá aún Proyecto ATG para cuando egresen los universitarios?.

Es temporada electoral y ya oigo cómo varios candidatos a puestos de elección popular basan sus propuestas de desarrollo regional en la industria petrolera y principalmente en el Proyecto ATG, que en cuatro años ha mostrado baja en su producción y dejado una serie de conflictos sociales y daños en la infraestructura de zonas rurales y urbanas.

El piquero
Los políticos locales comienzan a poner ¿sus mejores caras? para las fotos de pre campaña a la alcaldía y la diputación local, en lonas con las que ya han invadido toda la ciudad, principalmente los del PRI; en el caso del PAN y el PT han hecho lo propio con enormes espectaculares pero para sus precandidatos a la gubernatura, situación que desde ahorita ya hartó a varios ciudadanos. Y eso que las campañas no comienzan y con ellas vendrán canciones, volantes, gorras, sobrillas, playeras, bolsas, abanicos, más carteles y más canciones.

Pero me queda la duda con la foto de Alfredo Gándara, precandidato para la alcaldía de Poza Rica, y conste que es pregunta, ¿si ese gesto es sonrisa, entonces qué es estreñimiento?

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(Publicado 9 de abril de 2010)

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