Por Rodrigo Vidal
A mi correo electrónico llegó la imagen que aquí muestro y la siguiente historia: ‘Fui con mis amigos a las Fiestas de la Candelaria, en Tlacotalpan, y vimos que estaban grabando un video, al parecer un comercial sobre el orgullo de ser mexicano y nos acercamos para ver mejor la producción. Vimos de cerca a la modelo con un traje de jarocha, pero de repente la oímos hablar, era argentina’.
Después de contar esto, la persona que envío la foto se pregunta: ¿habiendo tantas mujeres en México, tenia que ser una modelo argentina? –aquí quisiera agregar que son 53 millones de mujeres en el país, según el conteo 2005 del INEGI-, ¿Acaso la belleza mexicana no cumple ni con los estándares de belleza mexicana? -parece que no, que depende más de cómo un productor quiere vender la belleza mexicana-.
La responsable del correo es una mujer joven, tiene 20 años y es estudiante universitaria del Puerto de Veracruz. Se dijo indignada y molesta por la modelo argentina representando a la mujer mexicana.
Alejados de cualquier indicio de xenofobia y sin tomar banderas equívocas de nacionalismo, puedo entender la molestia, sobre todo en el contexto actual del país donde se intenta resaltar el orgullo de ser mexicano en un ambiente donde lo que mas impera es la vergüenza.
Tratándose del aspecto físico del mexicano, hoy, 200 años después del inicio de la lucha de independencia, las comunidades indígenas del país enfrentan discriminación, rechazo y marginación.
Sino, miren lo que indica la Primera Encuesta Nacional de Discriminación 2005 realizada por el Conapred: el 90 por ciento de las personas pertenecientes a alguna comunidad indígena considera que si hay discriminación en México hacia ellos; el 91 por ciento considera que en el país no se les da trabajo a los indígenas por considerar que no tienen preparación.
El 24 por ciento cree que es por discriminación que no ganan menos salario por el mismo trabajo. El 58.9 por ciento de los indígenas cree que tiene pocas posibilidades de mejorar sus condiciones de vida. Las personas indígenas se sienten mas discriminadas en el trabajo, en los hospitales, en la escuela y en la familia. El 68.5 por ciento ha sido víctima de discriminación en el último año.
Los pueblos indígenas en México deberían estar a la cabeza de los festejos. Ellos ya estaban aquí antes de que el territorio se integrara como país. Con su grandeza cultural, que día a día se redescubre, son orgullo no solo de mexicanos, sino del mundo.
Quizá por eso lastimó a nuestra lectora que un productor dejara toda esta riqueza cultural indígena fuera de su manera de entender el orgullo mexicano y por eso suplió a la mexicana por la argentina, solo para que se viera “bonita”, auque habría que preguntar bajo cuál estándar de belleza.
Creo que mientras no vivamos el orgullo de nuestro pasado indígena, mientras no lo llevemos tatuado en la piel, metido en la mente y en el corazón, seguiremos cargando muchas vergüenzas como mexicanos. Comentarios, quejas y sugerencias, dejar aquí:
La argentina-jarocha
(Publicado el 1 de marzo de 2010)
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