* Facu Mant
La familia, según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es la unidad fundamental y natural de la sociedad y requiere la protección total del Estado. Las leyes de los derechos humanos reconocen el derecho de cada ser humano a casarse y formar una familia. Al mismo tiempo, reconoce el ideal de la igualdad de derechos y el consentimiento de ambas partes al casarse, y trata de velar que no se cometan abusos que violen estos principios. No es normativo en relación a los tipos de familias y matrimonios que son aceptables, reconociendo tácitamente que hay diferentes formas de arreglos sociales alrededor del mundo (DD.HH - Art. 16). La clasificación de natural que se le otorga, hace referencia a la imposibilidad de que una persona sobreviva y se desarrolle fuera de una familia. También es un elemento cultural, puesto que su conformación no responde a criterios de naturaleza sino a valores y construcciones culturales que la legitiman (ONU - UNICEF - DDHH). La familia está definida por dos lazos principales: vínculos de afinidad y vínculos de consanguinidad, y pueden diferenciarse según el grado de parentesco de sus miembros; haciendo hincapié en que el parentesco es de carácter socio-cultural y no de carácter biológico (Meillassoux - 2001:16,20). Convenciones internacionales definen los siguientes tipos de familia (OMS-FIC):
*FAMILIA NUCLEAR: formada por padre, madre e hijos, si los hay, ya que puede verse imposibilitado por la infertilidad o decisión propia.
*FAMILIA EXTENSA: además de a la familia nuclear, incluye a los abuelos, tíos, primos y otros parientes, sean consanguíneos o afines.
*FAMILIA MONO-PARENTAL: en la que el hijo vive solo con uno de los padres, el cual cumple con los roles paterno-materno, independientemente de la existencia del otro progenitor.
*FAMILIA POLI-PARENTAL: Formada por varios padres o varias madres, y sus hijos. En ciertos casos y en algunas culturas suele suprimirse el rol paterno o materno (países musulmanes e hinduistas matriarcales).
*FAMILIA EN COHABITACIÓN: Parejas sin vínculos matrimoniales (uniones de hecho).
*FAMILIA POLIGÍNICA: en la que la madre desconoce la identidad del padre por lo que el rol de éste es desempeñado por la abuela, hermano, hermana. Se da en la mayoría de países africanos.
*FAMILIA HOMO-PARENTAL: en la que los hijos viven con una pareja homosexual en la cual, dependiendo de la legislación del país, solo un miembro es tutor legal. La mayoría de los países del mundo habilitan tutoría mono-parental, sean hijos biológicos o adoptados, desde siempre.
*FAMILIA FRATERNA: conformada únicamente por hermanos, por amigos, donde el sentido de la palabra "familia" no tiene que ver con un parentesco de consanguinidad sino con sentimientos de convivencia y solidaridad.
*FAMILIA ENSAMBLADA: en las que, tras el divorcio o separación, se forman nuevas familias con hijos de ambos cónyuges.
En todos los casos, cuando se habla de "hijos" se hace referencia tanto a biológicos como adoptados. En el caso de los segundos la representación legal y el lazo de parentesco está del lado de los padres adoptantes y no de los biológicos, siempre considerando, de ser posible, el respeto por su identidad biológica (Convención Universal Derechos del Niño - Art. 7 inc. 1 y Art. 8). El niño, para el pleno desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión y, siempre que sea posible, deberá crecer al amparo de una familia y bajo la responsabilidad de sus padres o tutores y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material (Declaración Derechos del Niño - Art. 6). Así mismo el artículo uno de la declaración en su párrafo primero condena distinción alguna de la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional, étnico o social, la posición económica, los impedimentos físicos, el nacimiento o cualquier otra condición del niño, de sus padres o de sus representantes legales; haciendo que la negativa a derechos de seguridad social como lo es el matrimonio sea una violación de esta declaración. Los derechos humanos no establecen los tipos de familias que sean vistos como aceptables puesto que hoy en día existen varias formas de familias y matrimonios, que de restringirse a una sola clase, quitaría a la Declaración de Derechos Humanos y del Niño la característica de "universales". En pautas generales todo niño tiene derecho a una familia, sin importar su conformación.
Los tiempos modernos, caracterizados por las crisis y dificultades sociales, económicas y demográficas de las últimas décadas, han hecho redescubrir que la familia representa un valiosísimo potencial para el amortiguamiento de los efectos dramáticos de estos problemas. La familia es considerada como el primer núcleo de solidaridad dentro de la sociedad, siendo mucho más que una unidad jurídica, social y económica. Es ante todo una comunidad de amor, solidaridad y afectividad, factores principales en el desarrollo del niño, cualquiera sea su composición (UNICEF - Family Studies). La familia es en parte educadora y moldeadora del niño, su personalidad y su futuro desarrollo social. Por ese motivo se suele tener cierto recato a la hora de hablar de familia y homosexualidad.
En el transcurso de 30 años, cientos de estudios científicos, en su mayoría de tipo comparativo (Familias homoparentales - Familias héteroparentales) y longitudinal (con seguimiento en el tiempo), nos permiten observar lo siguiente en cuanto a pareja, paternidad y niñez.
Existe una amplia evidencia que muestra que los menores criados por progenitores del mismo sexo se desenvuelven igual de bien que aquellos criados por progenitores de distinto sexo. Los años de investigación documentan que no existe relación entre la orientación sexual de los progenitores y cualquier medida de adaptación emocional, psicológica y conductual del menor. Estos datos han demostrado que no existe riesgo para los menores como resultado de crecer en una familia con uno o más progenitores gays. Existe un consenso muy amplio en el mundo de la psicología, la psiquiatría y la ciencia en general, en la aceptación de las familias con progenitores gay, por lo que la American Academy of Pediatrics y todas las grandes organizaciones profesionales con experiencia en el bienestar de los menores han emitido informes y resoluciones apoyando los derechos de gays y lesbianas como progenitores. Estas organizaciones incluyen a la American Academy of Pediatrics, la American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, la American Psychiatric Association, la American Psychological Association, la American Psychoanalytic Association, la National Association of Social Workers, la Child Welfare League of America, la North American Council on Adoptable Children y la Canadian Psychological Association. Tan solo la Asociación Americana de Psicología cuenta con 150000 profesionales que ratifican anualmente su postura. A continuación se exponen las conclusiones.
En cuanto a uniones homosexuales:
La investigación indica que muchos hombres gays y lesbianas desean y mantienen relaciones comprometidas. Por ejemplo, los datos indican que entre 40% y 60% de hombres gays y entre 45% y 80% de lesbianas están actualmente involucrados en una relación romántica (e.g.,Bradford, Ryan, & Rothblum, 1994; Falkner & Garber, 2002; Morris, Balsam, & Rothblum, 2002).
A pesar de las evidencias persuasivas de que los hombres gays y las mujeres lesbianas mantienen relaciones comprometidas, frecuentemente se expresan dos preocupaciones sobre las parejas del mismo sexo.
Una primera preocupación es que las relaciones de hombres gay y lesbianas son disfuncionales e infelices. Al contrario, estudios que comparaban parejas del mismo sexo con las de heterosexuales en áreas estandarizadas de relaciones de calidad (tales como la satisfacción y el compromiso) han encontrado que los integrantes de las parejas del mismo sexo y las parejas heterosexuales son equivalentes.
Una segunda preocupación es que las relaciones de hombres gay y de lesbianas son inestables. Sin embargo, la investigación indica que, a pesar de un clima algo hostil que se desarrolla en las relaciones entre personas del mismo sexo, muchas lesbianas y hombres gay han formado relaciones duraderas. Por ejemplo, los datos de encuesta indican que entre 18% y 28% de parejas gay y entre 8% y 21% de parejas lesbianas han vivido juntos 10 o más años (por ejemplo, Blumstein & Schwartz, 1983; Bryant & Demian, 1994; Falkner & Garber, 2002; Kurdek, 2003). Los investigadores también han especulado que la estabilidad de parejas del mismo sexo aumentaría si sus integrantes disfrutaran del mismo nivel de apoyo social y reconocimiento público de sus relaciones que los de las parejas heterosexuales.
Sobre paternidad homosexual:
Habiendo constatado la similitud entre parejas homosexuales y heterosexuales, solo queda discutir la controversial posibilidad de la paternidad, teniendo en cuenta que las personas homosexuales solteras ya pueden adoptar en la mayoría de países y que además pueden ser padres biológicos, de acogida, sustitutos (tradicionales o gestacionales), y por acuerdos de parentesco.
Desde organismos privados, plataformas e instituciones como el Colegio Oficial de Psicólogos de Suecia y el departamento de Psicología de la Universidad de La Haya se han llevado a cabo estudios que analizaron en los hijos de parejas LGBT lo siguiente:
*COMPETENCIA ACADÉMICA: Los datos fueron proporcionados por su profesorado, como conocedor de esta materia específica. No se encontraron diferencias significativas entre los grupos estudiados.
*COMPETENCIA SOCIAL: La media obtenida en cuanto a las habilidades sociales de chicos y chicas de familias homoparentales los sitúa en los niveles promedio en el índice de la escala. De nuevo, al igual que en el apartado anterior, las diferencias no son significativas.
*IDEAS RESPECTO A LA DIVERSIDAD SOCIAL: No hubo diferencias con las puntuaciones medias totales obtenidas en los otros grupos estudiados. Sin embargo, los análisis de las distintas subescalas que componían la escala total, mostraban sin lugar a dudas que los chicos y chicas de familias homoparentales obtenían escalas más altas de aceptación de la diversidad de orientación sexual y de aceptación de la homosexualidad, aunque no diferían en su visión de los géneros.
*AUTOESTIMA: Los valores indicativos de los hijos e hijas de progenitores homosexuales estaban situados en un lado más positivo y en niveles más altos, por encima de chicos y chicas del grupo de familias heterosexuales.
*ROLES DE GÉNERO: En lo que tiene que ver con su conocimiento de lo que esta sociedad considera más apropiado de hombres o mujeres, es decir de los roles de género, no hay diferencias entre los dos grupos, ni tampoco en cuanto a sus preferencias por juegos o actividades profesionales para el futuro. Sí aparecieron diferencias significativas, en cuanto a su flexibilidad en la consideración de que determinados objetos pueden ser usados tanto por hombres como por mujeres. De los datos se desprende que los hijos e hijas de familias homoparentales parecen ser menos estereotipados, más flexibles en su consideración de lo que es apropiado para hombres o para mujeres.
*AJUSTE EMOCIONAL Y COMPORTAMENTAL: Las evaluaciones efectuadas a hijos e hijas de familias homoparentales revelan que no tienen especiales problemas de ajuste emocional o de comportamiento. Las comparaciones con los otros grupos-control, evidenciaron que no se registraban diferencias estadísticamente significativas entre los distintos grupos analizados.
*ACEPTACIÓN SOCIAL E INTEGRACIÓN: Los chicos y chicas de la muestra de familias homoparentales recibieron por parte de sus compañeros una calificación media, que más en concreto, les sitúa ligeramente por encima de la media en aceptación. Tampoco se registraron diferencias significativas en la aceptación por parte de sus compañeros de clase, ni respecto a si contaban con amistades dentro y fuera de su aula ni siquiera en el grado de satisfacción que generaban en sus amigos y amigas. Ateniéndonos a los resultados obtenidos en este estudio, elaborado con una muestra de familias homoparentales residentes en Holanda y Suecia, puede concluirse que no existen diferencias perceptibles respecto de los resultados obtenidos por estudios similares realizados en países anglosajones como los EEUU o en Gran Bretaña.
En cuanto a la investigación científica más conocida y difundida queda expreso que a pesar de la considerable variación en la calidad de muestras, en el diseño de la investigación, en los métodos de medición y en las técnicas de análisis de datos, los resultados hasta la fecha han sido bastante consistentes: La investigación empírica no ha logrado encontrar vínculos entre el bienestar de los niños y la orientación sexual de sus padres. Si los padres gays, lesbianas o bisexuales fueran inherentemente menos capaces que los padres heterosexuales, sus hijos evidenciarían problemas independientemente del tipo de muestra. Este patrón claramente no se ha observado. (El psicólogo americano, 2006 – Gregory Herek), (Asociación Psicológica Canadiense).
Estudios realizados por profesionales de distintas universidades y revisados por tribunales de bioética para asegurar su veracidad avalan la postura de las grandes asociaciones expertas en el bienestar del niño, tal como la APA (www.apa.org/pi/lgbc/policy/statements.html / www.apa.org/pi/parent.html), Asociación Americana de Psiquiatría (www.psych.org/news_room/press_releases/adoption_coparenting1 ), Academia Americana de Pediatras (aappolicy.aappublications.org/cgi/content/full/pediatrics%3b), Asociación Psicoanalítica Americana (apsa-co.org/ctf/cgli/parenting.htm), Departamento de Psicología de la Universidad de Valencia (www.uv.es/~friasnav/unidad%20inves.html ), entre otras.
Desde la década de los cincuenta se han ido realizando estudios metódicos centrados en la comparación entre padres heterosexuales y madres lesbianas o padres gay. La investigación sistemática sobre sus hijos es más reciente (finales de la década de los 70) y está conectada con las madres lesbianas y sus problemas por obtener la custodia cuando se divorciaban (Falk, 1989). Un dato sobresale de forma unánime en las investigaciones: las creencias sobre diferencias de ajuste psicológico entre los niños criados por padres heterosexuales y padres gay o madres lesbianas no están apoyadas por los estudios empíricos.
El desarrollo psicosocial de los niños de familias con padres gay o madres lesbianas no está afectado negativamente por la orientación sexual de sus padres, su ajuste cognitivo, emocional, sexual y social es semejante al de sus homólogos criados en familias con padres heterosexuales (Golombok, Perry, Burston, Murria, Mooney-Somers, Stevens y Golding, 2003; American Academy of Pediatrics, Perrin y the Committee on Psychosocial Aspects of Child and Family Health, 2002).
Los resultados encontrados en estudios previos (Frías, Pascual y Monterde, 2003) nos permiten concluir que en términos generales los profesionales de la psicología perciben a los hombres gay y a las mujeres lesbianas como ajustados, sin ningún tipo de patología, cuyos derechos deberían ser igualados socialmente. (Universidad de Valencia).
Las creencias más frecuentes señalan que los niños criados por padres gay o madres lesbianas serán también homosexuales, socialmente serán más rechazados por sus compañeros y además tendrán más problemas personales que los niños criados en una familia de padres heterosexuales. La evidencia de los datos de las investigaciones empíricas no apoya dichas creencias. Los estudios sobre la identidad de género (la identificación como hombre o mujer), la conducta de género (atribución cultural de las actividades para hombres y mujeres o ambos) y la orientación sexual (la atracción sexual y afectiva por otra persona ya sea del otro sexo, del mismo sexo o hacia ambos) no han encontrado diferencias estadísticamente significativas en el desarrollo de los niños como consecuencia de las orientaciones sexuales de sus padres (Patterson, 1997). Las pruebas que aporta la investigación empírica es unánime. Los niños criados en familias homoparentales tienen un desarrollo normal en identidad de género (Golombock, Spencer y Rutter, 1983), manifiestan estar contentos con su género y no desean ser del sexo opuesto tal y como lo hacen los niños que han sido educados por padres heterosexuales. Además sus atribuciones sobre la conducta de género se desarrollan de forma paralela a la de los niños de padres heterosexuales. Green, Mandel, Hotvedt, Gray y Smith (1986) no encontraron diferencias estadísticamente significativas en la elección del programa favorito de televisión, en juegos o en juguetes. Cuando se trata de opinar sobre su preferencia sexual, los niños se describen a sí mismo como heterosexuales. Bailey, Bobrow, Wolfe y Mikach (1995) llevaron a cabo un estudio con 300 adultos hijos de padres gay y encontraron que el 90% de sus hijos eran heterosexuales. La probabilidad de que estos niños sean adultos gay o lesbianas no es mayor que la de los niños de padres heterosexuales, situándose en un 10% aproximadamente la prevalencia de la orientación homosexual en la población general. En 1996 se publicó el estudio de seguimiento de niños criados por padres homosexuales y padres heterosexuales realizado por Golombok y Tasker. El estudio consta de 25 niños criados por madres lesbianas y 21 por madres heterosexuales y fueron entrevistados a la edad de 9.5 años y cuando tenían 23.5 años, en términos medios. Sus resultados señalan que los niños criados en una familia de madres lesbianas habían explorado en mayor medida relaciones con personas del mismo sexo pero al final optaron por mantener relaciones heterosexuales. Acerca del desarrollo social de los hijos, los datos señalan que los hijos de padres gay y madres lesbianas mantienen relaciones sociales con sus compañeros del mismo modo que los hijos de padres heterosexuales y sus contactos con los adultos son semejantes a los de los niños de familias heteroparentales. (Patterson, 1997). No aparecen diferencias ni en la calidad de las relaciones de amistad ni en la percepción de su popularidad por parte de los compañeros (Golombock, Spencer y Rutter, 1983). Incluso cuando la evaluación se realiza en la etapa de la adolescencia, donde el tema de la sexualidad tiene una especial relevancia, tampoco se detectan signos de aislamiento (Ahmann, 1999).
Respecto al desarrollo personal, no se han encontrado diferencias estadísticamente significativas en las áreas de auto-concepto, problemas de conducta, inteligencia y trastornos psicológicos (Golombock, Spencer y Rutter, 1983; Fitzgerald, 1999; Green y cols., 1986) entre los niños criados por padres gay o madres lesbianas y padres heterosexuales. Además, los adultos del estudio de Golombock y Tasker (1996) que habían sido educados por madres lesbianas tuvieron la misma probabilidad de desarrollar problemas de ansiedad y depresión que su grupo de comparación con madres heterosexuales.
Las asociaciones de pediatras sostienen que todo niño nacido o adoptado por parejas homosexuales merece la seguridad de tener dos padres reconocidos legalmente (coparentalidad) ya que instruye los siguientes beneficios ya adquiridos por hijos de padres heterosexuales:
*Garantiza la custodia y delimita las responsabilidades del segundo padre/madre en caso de muerte o incapacidad de uno.
*Protege los derechos de custodia y visita del segundo padre/madre en caso de separación.
*Establece requerimientos y obligaciones de manutención de ambas partes en caso de separación.
*Asegura que el niño tenga los beneficios de salud de ambos padres.
*Provee derechos legales a ambos padres sobre el cuidado médico, educación y demás decisiones relevantes para el bienestar del niño.
*Crea las bases de seguridad financiera para que en caso de muerte o accidente, el niño pueda heredar, cobrar seguro social y de vida.
En resumen, según la Academia de Psiquiatría del Niño y el Adolescente los niños de parejas homosexuales no presentan mayor predisposición a ser gays que los de parejas heterosexuales, no muestran confusión en su identidad de género ni en la forma de pensar de si mismos o de sus padres, no muestran diferencias en el rol o comportamiento genérico, y no son más propensos a ser abusados sexualmente. En cuanto al último punto se estableció que la prevalencia de abuso físico y sexual en esos niños era más baja que en las normas nacionales que reportan un 97% de casos de abuso sexual infantil por heterosexuales y solo un 3% por homosexuales. (UNICEF - Gartrell, N., Deck, A., Rodas, C., Peyser, H., & Banks, A. 2005).
Negar el matrimonio homosexual significaría privar de los mencionados derechos a los hijos de parejas homosexuales, lo que de ninguna manera se puede disfrazar de protección a la familia.
Muchas de estas al principio mencionadas y relativamente nuevas formas familiares nos hacen componer una relación distinta con la vida porque redefine de manera constante las funciones maternales y las diferencias sexuales, otorgando lugares múltiples y no exclusivamente de padres o de madres (RIMA). También serán múltiples los sistemas simbólicos de parentescos que se conformen. Entonces, cuando nos planteamos esta realidad desde nuestra mirada adulta, debemos reconocer que para el mundo de la infancia actual, para el imaginario infantil, esto es más común que para nosotros por lo que debe ser explicitado también a los niños. Es preciso que puedan, desde ahora, elaborar las premisas de un nuevo pensamiento y un nuevo sentimiento frente a la vida o bien frente a lo que se considera normal-salud y lo discriminado como anormal-enfermo. La moral de la identidad (de un solo modelo familiar heterosexual, por ejemplo) se funda en una lógica determinista; manipula desde la discriminación y el sentimiento de culpa, y se basa en una esencia estable: la creencia de que es natural. Sin embargo, el mundo que viene será altamente inestable. Por ello, es necesario, en primer término reconocer las diferencias y, por otro, no jerarquizarlas, es decir, no introducirlas en la grilla valorativa binaria de normal- anormal, sano-enfermo, rico-pobre, hombre-mujer, en la cual el primer término del par es el valorado en detrimento del otro (CIMAC).
Las familias sirven de modelos a sus hijos e hijas. Por tanto, las preguntas que deberíamos hacernos son ¿qué modelos estamos ofreciendo? ¿De qué tipo de hombre? ¿De qué tipo de mujer? ¿De familia?, ¿de pareja? No hay una única forma de ser hombre, ni de ser mujer, ni de ser familia. Con frecuencia los modelos se ofrecen como dogmas o doctrinas, pero si se trata de educar (que es lo que hace la familia) no basta con ofrecer un único modelo de familia ni basta con organizarlas de manera jerárquica. Se debe pensar en todas las posibles familias y en la posibilidad de que según como actuemos dejemos o no a algunas en primeras o segundas categorías. Debemos aceptar que no solo se puede ser feliz desde el propio modelo de familia y transmitirlo, hacer visibles las distintas realidades, y hacerlo desde la igualdad, es ir construyendo una sociedad mejor en la que nadie tenga que ir otorgando legitimidad al resto.
Método Científico y Cuestionamientos
Desarrollar investigaciones sobre la familia no es una tarea sencilla y si además se añade que los padres no son heterosexuales la complicación adquiere carácter de extremo. Desde el punto de vista metodológico, la localización de las familias, el desconocimiento de la población, la tasa de respuesta, la utilización de muestras pequeñas o el tipo de muestreo son cuestiones a tener en cuenta cuando se planifica la investigación. Sin embargo la complicación para captar el fenómeno objeto de estudio no debe ser obstáculo para realizar investigaciones que descubran y comprendan la realidad de la vida familiar. Las críticas (Baumrind, 1995; Belcastro, Gramlich, Nicholson, Price y Wilson, 1993; Cameron y Cameron, 1997; Lerner y Nagai, 2000) sobre los resultados de las investigaciones empíricas que apoyan la falta de diferencias sistemáticas entre los niños criados por madres lesbianas o padres gay y los de las familias heterosexuales se centran especialmente en aspectos del diseño de la investigación. Consideran que la calidad de los datos no suficiente para llegar a dichas conclusiones, no siendo aún la investigación definitiva. Las muestras suelen ser escasas, afectando a la potencia estadística y son muestras de voluntarios. Otras críticas sugieren que los resultados de los estudios están sesgados por la ideología de los investigadores a favor de los derechos de los gay y lesbianas (Wardle, 1997). La gran mayoría de los estudios críticos centran su atención en abordar los resultados de investigaciones empíricas realizadas por otros investigadores, sin llegar a elaborar investigaciones propias donde mejoren aquellos aspectos que critican, aportando de este modo nuevos datos a la comprensión científica de la homoparentalidad. Sin embargo, la ciencia aún no dispone de esas aportaciones. Cuando se trata de fundamentar empíricamente la falta de evidencia se alude por ejemplo a los trabajos de Cameron cuya labor investigadora ha sido cuestionada duramente (Cantor, 1994; Herek, 1998, 2000). Evidentemente, la ética del investigador en el proceso del diseño de investigación es el factor más importante para garantizar la validez de los resultados. Las investigaciones empíricas que se han desarrollado sobre la homoparentalidad tienen una serie de dificultades que son inherentes al mismo fenómeno objeto de estudio. No hay información sobre el número y localización de familias con padres gay o madres lesbianas, impidiendo el uso de muestras aleatorias que sean representativas de las familias homoparentales. En estos casos la replicación de los datos ofrece una prueba de la generalización de los hallazgos. Los estudios suelen realizarse con muestras pequeñas. Las unidades experimentales suelen ser voluntarios o muestra selectiva y se podría pensar que son las familias con mejor ajuste personal y social las que deciden participar en los estudios, favoreciendo resultados positivos. Sin embargo, los datos de investigaciones con muestras de no voluntarios tampoco detectan diferencias estadísticamente significativas cuando se evalúan familias de madres lesbianas por inseminación. Por ejemplo en los estudios de Brewaeys, Ponjaert, Van Hall y Golombok (1997) y Chan, Raboy y Patterson (1998) se utilizaron todas las familias de madres lesbianas que habían concebido un niño en los centros de fertilización estudiados. También se están realizando investigaciones donde se selecciona aleatoriamente la muestra de madres lesbianas a partir de un estudio comunicatorio como por ejemplo la investigación longitudinal denominada Avon Longitudinal Study of Parents and Children (ALSPAC, Golding y the ALSPAC Study Team, 1996) (www.alspac.bris.ac.uk/alspacext/index.shtm ) que se inició en 1990 y que ha sido específicamente creada para conocer de qué modo el genotipo individual interacciona con el medio ambiente y cómo repercuten sobre la salud. La muestra está formada por aproximadamente 14.000 madres lesbianas y sus niños desde el embarazo hasta la pubertad. Desde Estados Unidos Charlotte Patterson y su grupo han llevado a cabo un estudio longitudinal de niños que forman parte del Bay Area Families Study (Patterson, 1996) cuyo objetivo es conocer el desarrollo psicosocial de los niños que son criados por madres lesbianas. A media que la investigación va avanzando y se conoce mejor a la familia de padres gay y madres gay también se está enriqueciendo el diseño de diseño de investigación, eliminando críticas y sesgos, facilitando de este modo una visión más válida de la realidad de los hijos. En España ya existe el primer informe sobre el desarrollo infantil y adolescente en familias homoparentales (www.colectivolambda.com/familieshomosexuals.htm ) dirigido por Mar González de la Universidad de Sevilla y cofinanciado por la Oficina del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid y la Consejería de Relaciones Institucionales de la Junta de Andalucía. Los datos siguen en la línea de los resultados extranjeros. Si se analizan los resultados de los contrastes estadísticos llevados a cabo se observa que el diseño sí tuvo la suficiente potencia estadística para detectar diferencias estadísticamente significativas en dos áreas que fueron evaluadas, la flexibilidad de los roles y las opiniones hacía la homosexualidad. Por lo tanto, la cuestión no es la falta de potencia estadística porque sí se alcanza cuando la hipótesis teórica lo sustenta sino que más bien parece que el tamaño del efecto del resto de áreas evaluadas (bienestar psicológico) es trivial, en torno a cero.
Las técnicas de inferencia estadística que se aplican en el diseño estadístico se basan en la comprobación clásica de la significación de la hipótesis nula. Los problemas del escaso tamaño de las muestras provocan críticas relacionadas con la validez de conclusión estadística del diseño de investigación. La contra partida está en que la gran mayoría de los estudios se utilizó el procedimiento de las pruebas de equivalencia (equivalence testing), que tienen como objetivo contrastar que la media de un grupo es mayor que la media del otro grupo en lugar de establecer que los dos grupos son iguales. Por ello, en dicho procedimiento la hipótesis nula es que los dos grupos no son equivalentes y su rechazo indicará que los dos grupos sí son equivalentes (hipótesis alternativa). La diferencia con la comprobación clásica de la hipótesis nula se encuentra en el propósito de la hipótesis nula que tradicionalmente sostiene que las medias de los dos grupos son iguales y su rechazo señala que los dos grupos difieren estadísticamente (hipótesis alternativa). En el trabajo de Rogers, Howard y Vessey (1993) se ofrecen ejemplos empíricos de aplicación de las pruebas de equivalencia a los datos de la literatura psicológica. El trabajo de meta-análisis elaborado por Allen y Burell (1996) mediante el mismo método también concluye que no hay diferencias estadísticamente significativas entre heterosexuales y homosexuales.
En la Corte Suprema de Canadá, que falló a favor de los demandantes permitiendo el matrimonio homosexual sin restricción y de forma inmediata en todo el territorio, fue protagonista la discusión sobre la validez de los estudios favorables, que fue cuestionada por Steven Nock, quien alegaba los mismos “errores fatales” ya mencionados. La catedrática Judith Stacey y Timothy Bilblarz fueron llamados para defenderse de las acusaciones. Ambos son autores de la investigación titulada “¿Importa la orientación sexual de los padres?” publicada en la Revista Americana Sociológica. Dicho estudio, al ponerse en duda, fue revisado por árbitros, en tres rondas y por siete revisores en tribunales de bioética, hallándolo incuestionable.
Durante el juicio se estableció lo siguiente en cuanto a la relevancia científica de las investigaciones:
Las acusaciones son infundadas porque Los científicos sociales no emplean exclusivamente un método de investigación sino que usan y evalúan distintas metodologías, diseños de investigación y tipos de datos dependiendo de la disciplina involucrada, que en este caso es la psicología y la psiquiatría familiar, y las hipótesis evaluadas. El método propuesto por Nock y otros científicos como único es inadmisible porque representa un método específico de la demografía, siendo demasiado rígido para adecuarlo al estudio comparativo del desarrollo del niño bajo diferentes formas de parentesco e imposibilitando la observación profunda y desde distintos ángulos que es necesaria (padres, amigos, maestros, médicos, investigadores). No se puede aplicar métodos demográficos en el desarrollo infantil ni desestimar los métodos utilizados porque significaría desechar por completo la ciencia de la psicología. (http://www.amptoons.com/blog/files/Affidavit_of_J_Stacey.html ).
Además Los métodos cuestionados, como toda investigación académica, son determinados y evaluados en su rigor científico mediante un proceso de revisión realizado por pares de otros establecimientos escolares, en diferentes disciplinas y subcampos. Los métodos de investigación, análisis y hallazgos son sometidos a la evaluación y escrutinio de tribunales antes de su publicación. Toda investigación debe cumplir con los estándares científicos, lo que asegura la veracidad de los estudios presentados, a diferencia de los que pretenden evitar la adopción homoparental.
Enfoque teórico psicocultural del desarrollo del niño y el adolescente
El desarrollo del ser humano no está condicionado sólo por factores biológicos, sino culturales, sociales, familiares. Somos por naturaleza seres de cultura. Cultura es todo lo que nos rodea y que incorporamos a nuestros esquemas de pensamiento resultando en una determinada cosmovisión. Los procesos de culturización y endoculturación empiezan al nacer y son muy intensos durante la infancia, continuando durante toda la vida. Por lo tanto todo proceso cultural tendiente a definir nuestra personalidad incluye la experiencia sensista, racional, ideal, configurativa, pos-figurativa, pre-figurativa extraída de la sociedad toda; no solo de nuestra primera familia, sino nuestra familia extensiva y el conjunto social (culturación - Erik Erikson). Por este sencillo y ampliamente consensuado motivo, un niño que crezca dentro de una familia homo-parental, mono-parental, poli-parental, no tendrá problemas en su desarrollo; porque el proceso de identificación, endoculturación, no proviene de la familia primaria sino del conjunto social (Jean Piaget).
La pregunta que surge entonces es en qué grado los padres pueden influir sobre el desarrollo del género de sus hijos. El planteamiento de la teoría del desarrollo cognitivo centra su atención sobre los esquemas de género ya que son ellos los que guían la conducta y es el mundo que rodea la niño en su conjunto (padres, compañeros, otros adultos...) el que va formando su visión de género (Bem, 1981). El modelo cognitivo-conductual destaca la interacción entre los procesos cognitivos y los factores sociales (Bussey y Bandura, 1999), de modo que es posible que exista un patrón de refuerzo diferente entre las familias hetero y homosexuales, provocando por ejemplo que los hijos de madres lesbianas o padres gay sean menos rígidos con los estereotipos sexuales dado el papel parental atípico de su madre o padre. El enfoque psicocultural inaugurado por Lev Vygotski concibe el desarrollo personal como una construcción cultural, que se realiza a través de la socialización con adultos de una determinada cultura mediante la realización de actividades sociales compartidas. Para Vykotski "el hecho humano se produce gracias a la actividad conjunta y se perpetúa y garantiza mediante el proceso social de la educación, entendida ésta en un sentido amplio y no sólo según los modelos escolares o familiares de la historia más reciente” (Álvarez y Del Río, 1990a, p. 94).
La identidad de género (que es independiente del sexo biológico) supone un proceso de construcción personal y dinámico a lo largo del desarrollo. En él intervienen factores biológicos, sociales y hormonales. El niño o la niña, desde el momento del nacimiento se encuentra inmerso en un sociedad que tiene unas ideas previas o creencias acerca de lo que es ser hombre o mujer, de las características compartidas por los miembros de estos grupos, de cómo ha de comportarse, e incluso de cuáles serán sus capacidades por el hecho de pertenecer biológicamente a uno de los dos grupos. Estas creencias y expectativas suponen un proceso de asignación social que comienza incluso antes del nacimiento (Barberá). Los estereotipos y roles juegan un importante papel en el procesamiento de la realidad e identidad de género por parte de los sujetos. Así mismo, mediante el proceso de socialización, los individuos tienden a asumirlos a la vez que trabajan con ellos como elementos sobre los que construir su propia identidad de género en particular y su auto concepto en general (Deaux, Gentile).
Concluyendo, la identidad de género está determinada por factores biológicos (biólogos sostienen que muchas conductas, formas de comportarse, e incluso capacidades y habilidades son distintas en hombre y mujeres, por lo que han de estar también fundamentadas en diferencias biológicas), cognitivos (la mente es capaz de distinguir las diferencias entre ambos sexos) y sociales (mediante estereotipos culturales, asignación de roles sociales, procesos de aprendizaje). La aprobación social, proveniente tanto de los adultos como de los iguales, es un elemento esencial para el aprendizaje y desarrollo de los roles de género. Así, los adultos tienden a reforzar las conductas que son ajustadas al género o, como señalan algunos autores (Fagot y cols; Fagot y Hagan; Huston), a recompensarlas más que cuando el niño o niña exhibe un comportamiento que no se considera ajustado. Otro de los principios en los que se basa el aprendizaje de los papeles de género es la observación de modelos del entorno y de la sociedad en su conjunto. Los niños de padres homosexuales, si consideramos esto, no tendrían problemas ni en el reconocimiento del sexo biológico, ni determinando la propia identidad de género ya que está dada por pautas sociales, que se adquirirán en los proceso de culturización, y biológicas.
Enfoque desde el Derecho
El derecho humano a la no - discriminación confiere a cada hombre, mujer, joven y niña o niño el derecho a la no distinción, exclusión, restricción o preferencia por motivos de género, raza, color, origen nacional o étnico, religión, orientación sexual, opinión política u otra, edad, o cualquier otra condición que tenga el propósito de afectar o deteriorar el goce completo de los derechos y libertades fundamentales. (DD.HH)
*"Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos… Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole.....Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley......Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación. (Declaración Universal de los Derechos Humanos Art. 1,2,7, 23)
*"Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar el ejercicio de los derechos que en él se enuncian, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social..... Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a asegurar a los hombres y a las mujeres igual título a gozar de todos los derechos económicos, sociales y culturales enunciados en el presente Pacto…. (Pacto Internacional de Derechos Sociales, Económicos y Culturales Art. 2, 3, 7, y 13)
*"...sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, origen nacional o social, posición económica o nacimiento, a las medidas de protección que su condición de menor requiere, tanto por parte de su familia como de la sociedad y del Estado... Toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en el presente Pacto hayan sido violados podrá interponer un recurso efectivo... Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar a hombres y mujeres la igualdad en el goce de todos los derechos civiles y políticos enunciados en el presente Pacto... La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.... Se reconoce el derecho del hombre y de la mujer a contraer matrimonio y a fundar una familia si tienen edad para ello.... El matrimonio no podrá celebrarse sin el libre y pleno consentimiento de los contrayentes.... Todo niño tiene derecho, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, origen nacional o social, posición económica o nacimiento, a las medidas de protección que su condición de menor requiere, tanto por parte de su familia como de la sociedad y del Estado.... En los Estados en que existan minorías no se negará a las personas que pertenezcan a dichas minorías el derecho que les corresponde…. (Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, Art. 2, 3, 14, 23, 24, 26 y 27).
*"Los Estados Partes se comprometen a... Derogar todas las disposiciones legislativas y administrativas y abandonar todas las prácticas administrativas que entrañen discriminaciones en la esfera de la enseñanza... Adoptar las medidas necesarias, inclusive disposiciones legislativas, para que no se haga discriminación alguna…Aplicar una política nacional encaminada a promover, por métodos adecuados a las circunstancias y las prácticas nacionales, la igualdad de posibilidades y de trato en la esfera de la enseñanza... La educación debe tender al pleno desenvolvimiento de la personalidad humana y a reforzar el respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, y que debe fomentar la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones…. En que debe reconocerse a los miembros de las minorías nacionales el derecho a ejercer actividades docentes que les sean propias (Convención Relativa a la lucha contra las Discriminaciones en la esfera de la Enseñanza, Art. 3, 4 y 5)
Enfoque jurídico y sentencias favorables
Caso Halpern Vs Canadá (2003), O.J. No. 2268: Es una famosa decisión de la Corte de Apelaciones de Ontario en la cual la corte encontró que la definición del matrimonio según la ley común (sistema de leyes originadas y desarrolladas en Inglaterra y basadas en decisiones de las cortes, en las doctrinas implicitas en esas decisiones y en las costumbres y usanzas en vez de leyes codificadas y escritas) que definían el matrimonio como siendo entre un hombre y una mujer, violaba la sección 15 de la Carta de Derechos y Libertades Canadiense. En el transcurso del proceso judicial, las declaraciones más importantes fueron las de Steven Nock (a favor de Canadá) y Judith Stacey y Timothy Biblarz (favorables a los denunciantes).
El caso de Nock se basó en cuestionar la validez científica de los estudios favorables al matrimonio y adopción homosexual. Su primer queja consiste en que dichas investigaciones no cumplen con los requisitos científicos estándar, destacando “fallas fatales”, debido a que se usaron muestras convenientemente pequeñas y poco representativas como para comparar ambos grupos (familias homosexuales - familias heterosexuales). El segundo postulado sostiene que los estudios no reconocen las consecuencias del matrimonio igualitario en los niños, destacando que el matrimonio tradicional tiene significantes beneficios tanto para para los padres como para los niños, pero dudando de si el efecto sería el mismo en matrimonios homosexuales.
En contrapartida, la catedrática Judith Stacey y Timothy Bilblarz, que sufrieron parte de las acusaciones de imparcialidad, fueron llamados a declarar. Su trabajo, “¿Importa la orientación sexual de los padres?”, publicado en la Revista Americana Sociológica (revista más prestigiosa, selectiva y rigurosamente revisada en los Estados Unidos) fue revisado por árbitros, en tres rondas, por siete revisores en tribunales de bioética, hallándolo incuestionable. Además dedicaron una exposición desestimando las observaciones de Nock dividiéndola en los siguientes puntos:
• Los científicos sociales no emplean exclusivamente un método de investigación sino que usan y evalúan distintas metodologías, diseños de investigación y tipos de datos dependiendo de la disciplina involucrada, que en este caso es la psicología y la psiquiatría familiar.
• El professor Nock es un demógrafo, lo que representa un método específico que no es applicable a este tipo de investigación sociológica. Considerando que, en base a la escuela en la que se formó, considera únicamente valido su propio método para todas las disciplinas. No debería ignorar los diferentes sistemas y metodologías bioéticos. El profesor inapropiadamente aplica este modelo propio de la demografía en una disciplina en la que no tiene experiencia, el desarrollo infantil.
• Sus estudios fueron llevados a cabo por demógrafos, mientras que los criticados fueron hechos por psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales.
• Los métodos cuestionados, como toda investigación académica, son determinados y evaluados en su rigor científico, mediante un proceso de revisión realizado por pares de otros establecimientos escolares en diferentes disciplinas y subcampos. Los métodos de investigación, análisis y hallazgos son sometidos al análisis y escrutinio de tribunales antes de su publicación. Toda investigación debe cumplir con los estándares científicos, lo que asegura la veracidad de los estudios presentados, a diferencia de los que pretenden evitar la adopción homoparental.
• De utilizar el método propuesto por Nock habría que desechar por completo la ciencia de la psicología.
• Resulta ingenuo que el profesor Nock, quien en otras partes hace énfasis en los beneficios del matrimonio para padres, sus hijos y la sociedad, no está dispuesto anticipar que los mismos beneficios o, por lo menos, algunos de los mismos beneficios, aplicarían a los matrimonios del mismo sexo y su progenie. Si se niega la protección social no se estaría defendiendo a la familia sino perjudicándola.
El caso Halpern Vs Canadá y más específicamente el debate Nock – Stacey fijaron las bases mundiales de confianza en las investigaciones favorables al reconocimiento de familias homoparentales, dejando sin duda alguna a los jueces anónimos de la Corte y permitiendo el matrimonio homosexual inmediato sin restricción alguna en todo Canadá. (http://www.amptoons.com/blog/files/Affidavit_of_J_Stacey.html ).
Howard v. Arkansas, 348 Ark. 471, 79 S. W. 3d 273 (2006): Fue la decisión de la Corte Suprema de Arkansas de fallar en contra del estado permitiendo la adopción homoparental. Después de escuchar extensiva evidencia y testimonies de expertos sobre investigaciones científicas a favor de la paternidad homosexual, la Corte encontró que la creencia de que padres homosexuales pueden ser menos capaces o influir negativamente en los niños es infundada y no tiene base empírica. (http://www.aclu.org/images/asset_upload_file1_26052.pdf ). La Corte Suprema de los Estados Unidos rechazó toda apelación.
Adopción homoparental en Florida: En 2008 una pareja de lesbianas demandó al estado de Florida por su prohibición a la adopción por parejas homosexuales. La abogada demandante fue Leslie Cooper, la abogada defensora Kathy Hall y la juez Cindy Lederman. El doctor Rekers actuó como perito presentando el único informe basado en literatura científica que pretendía exponer los riesgos de la adopción homoparental. De ese informe solo se tomó un 20% como admisible, ya que el resto fue desestimado por la jueza por carecer de relevancia científica. Los argumentos de la demandante llevaron a la jueza a fallar en contra del estado, diciendo lo siguiente: “el testimonio del Dr. Rekers estaba lejos de ser un relato neutral e imparcial de la evidencia científica relevante. Las creencias del Dr. Rekers están motivadas por sus fuertes convicciones ideológicas y teológicas que no son consistentes con la ciencia. Basado en su testimonio y comportamiento en el juicio, la corte no puede considerar su testimonio como creíble ni como digno de formar la base de una política pública.”. Actualizando, la adopción en Florida ya es legal.
Olson-Boies Vs California No C 09-2292 VRW (2009): El juez federal Vaughn Walker anuló la Proposición 8, una iniciativa electoral aprobada en 2008 que declaró inconstitucional el matrimonio de personas del mismo género. El fallo declaró que todos los argumentos contra el matrimonio de gays eran “irracionales” y estaban basados en el perjuicio, y que lo inconstitucional era la Proposición 8. Esta victoria constituyó el primer fallo legal más importante en las cortes federales de EE.UU. que defendió el matrimonio de gay. El paso del fallo que deja muy poco lugar a duda podría pasar a la Corte Suprema de los Estados Unidos y resultar en la implementación del matrimonio homosexual en todo el territorio norteamericano. El fallo se puede leer en el siguiente link (http://www.sfgate.com/chronicle/acrobat/2010/08/04/Prop-8-Ruling-FINAL.pdf?tsp=1 ) y no deja dudas sobre la falta de confiabilidad de las investigaciones en contra.
*Facebook/facu.mant
1 comentario:
Wooooooooooooooooooooooooow!!!
Vaya post, cuasi-libro documental!!
Me agradó, me agradó, me agradó!!
Sí, soy yo!!
He vuelto de entre las penumbras!! jejeje.
Saludos!!
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