¿Ya pasó lo peor?

Zona de Tolerancia



Rodrigo Vidal

2010 es ya el año más lluvioso de la historia, pues rebasó el histórico de 1955 que fue de 162 milímetros en todo el país. Eso nos queda muy claro en el estado de Veracruz, donde ha llovido sobre mojado, literal.

El paso de Karl por territorio veracruzano dejó daños que por fortuna (de lo malo lo menos peor), son sólo materiales, además de imágenes que a muchos nos quedarán en la mente por años al ver un centro histórico del Puerto de Veracruz bajo el agua.
Todavía no nos recuperábamos de las inundaciones en Tlacotalpan y la cuenca del Papaloapan, cuando llegó Karl tocando tierra justo por donde entró Hernán Cortés, en el municipio de la Antigua.
Este récord histórico de lluvias es de tenerle miedo, porque la temporada de huracanes aún no concluye. De acuerdo con el pronóstico de huracanes para 2010, aún quedan pendientes 10 huracanes para la región del Atlántico, Mar Caribe y Golfo de México, bautizados con los siguientes nombres: Lisa, Matthew, Nicole, Otto, Paula, Richard, Shary, Tomas, Virgine y Walter.

Hasta el momento los daños totales dejados por Karl no están cuantificados, pero en varias entrevistas radiofónicas en las zonas del impacto del huracán, los propietarios de algunos negocios lamentaban la situación por las pérdidas que registraron, principalmente porque no contaban con un seguro que cubriera este tipo de daños.
En materia de Protección Civil, la población de Veracruz sabe cómo actuar ante fenómenos meteorológicos para resguardar su integridad, y ¡qué bueno!, pero también se necesita crear conciencia para que, principalmente los pequeños empresarios, adquieran un seguro que cubra este tipo de eventos.
Las lluvias continuarán según los pronósticos y el panorama en las zonas afectadas por el agua, tardará en recuperarse. La ayuda que muchos veracruzanos enviaban a Tlacotalpan y la cuenca del Papaloapan tendrá que dividirse ahora con los damnificados de Veracruz y Cardel.
Preocupa que muchos municipios ya no cuentan con recursos, preocupa que el Fonden tarde en aterrizar a las zonas de desastre, preocupa la versión de que el Estado no cuenta con recursos necesarios para atender las emergencias, preocupan los problemas de salud que puedan generarse por tanta agua y las condiciones de humedad en las que varias familias viven y tendrán que aguantar por más días.
Hay una preocupación porque independientemente de los factores humanos en la respuesta a la contingencia, la naturaleza sigue su curso, no de destrucción, sino de reacción ante el cambio climático, provocado por la acción del hombre.
Karl tocó tierra a Veracruz siendo categoría III, palabras del gobernador Fidel Herrera, fue un huracán “sin precedente”, porque nunca en territorio veracruzano había llegado un fenómeno con esa fuerza, y todavía la temporada de huracanes no concluye.
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