Solidaridad

Zona de Tolerancia



Rodrigo Vidal

Quizá le ocurrió lo mismo al leer la palabra “solidaridad”. A mi mente llegó aquel polémico Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol), que impulsó Carlos Salinas de Gortari durante su mandato.

Ese mismo programa que hasta himno tuvo interpretado por varios cantantes de Televisa a finales de 1990, como Lucía Méndez, Lola Beltrán, Verónica Castro, César Costa, Angélica María, Manuel Mijares, Guadalupe Pineda, Daniela Romo, Rigo Tovar, Rocío Banquells, Marco Antonio Muñiz, las Pandora, entre otros.

¿Se acuerdan? …Nuestro enemigo, la pobreza/ hay que acabarla con destreza/ La solidaridad es nuestra, con desarrollo se demuestra/ Gobierno y pueblo hacen la fuerza/ el campesino y la gran empresa/unidos por naturaleza: ¡qué viva México y florezca! (y viene el estribillo) Solidaridad, ¡venceremos!/ desde hoy en adelante llevaremos un ejemplo…

¡Suficiente!

Ese programa de combate a los pobres más bien resultó ser el arma casi perfecta para fortalecer el poder presidencial durante el salinato y mantener al PRI en el gobierno… al menos por otro sexenio más.

Pero esa solidaridad no es la que nos ocupa el día de hoy. A finales del año 2000, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), proclamó el 31 de agosto Día Internacional de la Solidaridad.

En la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas (resolución 55/2 de la Asamblea General) se reconoció que la solidaridad era uno de los valores fundamentales esenciales para las relaciones internacionales en el siglo XXI. La solidaridad se defiende como garantía de la paz mundial, ese era su significado y la razón por impulsarla.

Se escogió el día 31 de agosto para su celebración, coincidiendo con el aniversario del movimiento social independiente “Solidaridad” (31 de agosto de 1980, Polonia), cuya importancia mundial fue reconocida, en particular, con la concesión del Premio Nobel de la Paz a su dirigente Lech Walesa.

Sin embargo, hoy en nuestros días la desigualdad social persiste y se hacen evidentes con las manifestaciones en contra de esta injusticia generada por una política económica capitalista.

Recuerden que en la Declaración del Milieno se acordó que “los problemas mundiales se abordaran con justicia y que los costos y las cargas se distribuyeran conforme a los principios fundamentales de equidad y justicia social”.

No se de gobierno alguno que lo cumpla, pero si de personas y movimientos que no se han detenido por nada y ante nadie para alcanzarlo.

Es la solidaridad un requisito primordial ante las diferencias existentes entre naciones, pueblos e individuos. No se trata sólo de un requisito de carácter moral, es también “una condición previa para la eficacia de las políticas de los países y los pueblos. Es una de las garantías de la paz mundial”.

Pero el sistema económico capitalista globalizado pone más distancia entre los sectores ricos muy ricos con los más pobres del planeta e incrementa la desigualdad. Los grandes capitales no son solidarios en la distribución de su riqueza.

Celebremos pues este Día Internacional de la Solidaridad, manteniendo con nosotros ese valor y así devolverle un poco de humanidad a nuestros días.

EN LA MESA DEL RINCÓN
La CNDH lanzó otra alerta, al incrementar a 15 el número de agresiones contra medios de comunicación -con la detonación de un vehículo frente a las instalaciones de Televisa en Ciudad Victoria, Tamaulipas-, en lo que va del año. En la última década han asesinado a 64 comunicadores y 12 se encuentran desaparecidos.

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