martes, 3 de agosto de 2010

Poquita fe

Zona de Tolerancia


Rodrigo Vidal

La intromisión de ministros religiosos en todos los temas resulta desde molesto hasta violatorio a la Constitución Mexicana, según el color de sus opiniones y el alcance de sus acciones. Desde el virreinato no recuerdo una intrusión de la religión en los asuntos de la vida política y social del país, como la que vemos ahora.

De la lista de los poderes fácticos que co-gobiernan al México S.A., resultan ser los grupos religiosos los más influyentes –para mal- en las políticas públicas de las dos últimas administraciones federales, siendo el catolicismo el de mayor control, con más presencia in situ y mediática.

Es innegable la influencia que tuvo la jerarquía católica en la decisión de más de 15 congresos locales donde se penalizó la interrupción del embarazo, teniendo a diputados del PAN y del PRI como sus representantes, pues siguieron intereses particulares y no colectivos, violentando los derechos de las mujeres, en lugar de blindarlos.

Y qué decir sobre los temas de educación sexual a niños, matrimonios entre personas del mismo sexo, el uso del condón, el uso de la pastilla del día siguiente y todos los métodos anticonceptivos que desde el púlpito satanizan los curas.

Las cruzadas contra homosexuales, mujeres, aborto, minifaldas, escotes, anticonceptivos y recientemente la “renta” de úteros, resultan ser la paja que ven en el ojo ajeno ante una viga cargada de pederastia y falso celibato, de abuso y corrupción, que está en los ojos de esos ministros religiosos, que insisten en negar y ocultar.

De acuerdo con el registro de la Dirección General de Asociaciones Religiosas de la Secretaría de Gobernación, existen en México 7 mil 394 asociaciones religiosas clasificadas en: Oriental (17 asociaciones), Judía (9), Cristiana (7 mil 362 entre evangélicos, protestantes, católicos, ortodoxos y cristiana), Islámica (2) y Nuevas Expresiones (4).

Junto con este dato, actualizado al 10 de junio de 2010, aparece que hay 66 mil 475 ministros de culto, divididos en: Oriental, con 90; nueve judíos, 66 mil 335 ministros cristianos, 25 para la Islámica y 16 de Nuevas Expresiones.

¡Hay más ministros de culto que investigadores y científicos en el país! Ya podrán tener una idea más de su influencia. Según el último reporte del Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT, en 2004 había en México 10 mil 189 investigadores que pertenecen al SNI. Seis veces menos que ministros de culto.

Con todo y esto, el derecho de profesar alguna religión está garantizado en la Constitución. En un marco del respeto todos podemos participar en el culto religioso de nuestra preferencia -o conveniencia-, y nadie puede discriminarnos por ello.

Por eso se deben rechazar todas las manifestaciones de intolerancia que aún se viven en varias regiones del país, como la ocurrida el pasado 25 de julio en San Andrés Yaá, Oaxaca, donde varias personas de ese lugar destruyeron el templo evangélico “Monte Sinaí”.

Según la asociación evangélica, los atacantes actuaron por instrucciones del presidente municipal, Macedonio Ramírez Ventura y del síndico Ezequiel Alejo Lucas, quienes encarcelaron al pastor Imeldo Amaya Gabriel y lo obligaron a firmar un documento en donde se comprometía a renunciar a su fe y a pagar una multa de 10 mil pesos.

Otras dos personas más aceptaron firmar el documento donde se comprometieron a renunciar al culto evangélico, por lo que no les cobraron multa. El templo fue construido hace 4 años, bajo el permiso de la Secretaría de Gobernación SGAR3222/2009, pero basada en los “usos y costumbres”, en la comunidad se expulsa a quienes no practican la religión mayoritaria: la católica.

El problema puede aumentar y afectar a una decena de niños que asisten a la iglesia cristiana, ya que es muy probable que sean dados de baja en el próximo ciclo escolar, por profesar una religión protestante.

Los delitos de despojo, amenazas de muerte y privación ilegal de la libertad fueron denunciados ante la Procuraduría de Justicia en Oaxaca y en la Comisión Estatal del Derechos Humanos en esa entidad, sin embargo funcionarios de la Secretaría de Gobierno llamaron al diálogo a ambas partes, sin que hasta el momento haya detenidos por este asunto, el cual se suma a los 10 más que existen en Oaxaca por intolerancia y discriminación religiosa, que han quedado impunes y que por supuesto, deben ser reprobados.

No se trata de acabar con la creencia de la gente, pero recordemos que fe sin información es fanatismo, y muchas autoridades religiosas saben aprovecharlo para sus intereses propios.

Manden sus comentarios, quejas y sugerencias y síganos en Twitter: @ZonaDtolerancia. Quiero agradecer todos los comentarios que enviaron por el tema de las parejas serodiscordantes, y mantener el compromiso de hablar sobre los tabúes que rodean al VIH/sida.

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