Zona de Tolerancia
Rodrigo Vidal
Para cerrar la semana de la juventud, no podía faltar el tema de los derechos sexuales y reproductivos de los jóvenes, principalmente del sector adolescente, que incluyen decidir el número y espaciamiento de hijos, adoptar decisiones sobre la reproducción sin sufrir discriminación y derecho a tener y ejercer control sobre su sexualidad (y no se santigüen).
El problema con la educación sexual (que inicia desde quinto año de primaria) y reproductiva (que se imparte al iniciar la secundaria y se complementa con la información de enfermedades de transmisión sexual), es que se limita sólo a contenidos sobre producción, prevención de embarazo y las ETS, pero se omite tocar los temas de erotismo, disfrute de la sexualidad, orientación sexual y autoerotismo.
¿Quién cree que los adolescentes piensan en ETS, embarazo o el nombre de los órganos sexuales que utilizan cuando inician su vida sexual? De acuerdo con la Encuesta Nacional de Juventud 2005, sólo uno de cada seis adolescentes usó condón en su primera relación sexual.
Cuando inician su actividad sexual los adolescentes –sí, hombres y mujeres-, lo hacen por el disfrute de una parte de su cuerpo que en ese momento despierta gracias a la gran explosión hormonal que sufre el organismo a esa edad. Es poco probable que lo hagan pensando en la procreación o la formación de una familia.
Sin embargo, cuando se incluyeron en el nivel secundaria temas como la orientación sexual y el autoerotismo, de inmediato pegaron el grito en el cielo y en la tierra, organizaciones de derecha como la Comisión Pastoral Familiar del Episcopado Mexicano, la Unión Nacional de Padres de Familia y el Grupo a Favor de lo Mejor.
Hasta un libro alterno de sexualidad editó la Unión de Padres de Familia, que muchos maestros aplican. Tenerle miedo a dar información a los adolescentes es lo que ha llevado, desde el año 2000, al incremento de embarazos en adolescentes, al aumento en los casos de VIH en personas jóvenes, a la transmisión de enfermedades venéreas.
La sexualidad no es el equivalente de procreación, pues se trata de un concepto enteramente religioso que no se puede repetir en ninguna escuela del país donde la Constitución establece que la educación es laica.
Es necesario entender que los jóvenes inician a temprana edad su vida sexual, y si el deseo les gana lo harán así se oponga quien se tenga que oponer. Al adolescente se le debe dar elementos que le facilite la toma de decisiones de manera informada.
Incluso el marco jurídico de la protección a la salud sexual y reproductiva está limitado a la prevención de embarazos y enfermedades de transmisión sexual, y no hay referencia al disfrute de la sexualidad. Tampoco, como ocurre con los maestros, el personal de salud está capacitado para atender a la población adolescente.
Los derechos de este sector de la población están ahí, garantizados en igualdad de condiciones en la Constitución Mexicana, sin embargo, en muchos aspectos se busca dar un trato de adulto a los jóvenes y en otros se les limita. En materia de salud sexual y reproductiva urge eliminar todo obstáculo que se base en conceptos religiosos para impedir que los adolescentes tengan la información adecuada.
Noche de estrellas
Es difícil no comentar el espectáculo astronómico que fue contemplar la lluvia de estrellas. Las perseidas o lágrimas de San Lorenzo no decepcionaron a quienes nos desvelamos y encontramos un lugar aparatado y despejado para observarlas.
Aquí les dejo unas fotos.
Comentarios, quejas y sugerencias, ya saben dónde y en Twitter: @ZonaDtolerancia.
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