Zona de Tolerancia
Por Rodrigo Vidal
Independientemente de los resultados que arrojen las elecciones esta mañana, la jornada electoral en Veracruz fue un claro ejemplo antidemocrático, donde imperaron las peores prácticas electoreras que antes fueron exclusivas del PRI, pero que ahora se extendieron, corregidas y aumentadas, al resto de los partidos políticos.
Si debo calificar la elección de este domingo, no encuentro mejor expresión (y decente por respeto a mis lectores y lectoras de la vela perpetua), para referirme a ella que: ¡fue una vergüenza!
Fue una elección de odio y de lodo. Principalmente priistas y panistas llevaron hasta el final, hasta las secciones electorales, hasta las casillas, hasta las urnas, la guerra de descalificaciones, amenazas, coacción del voto y miedo que permaneció durante toda la campaña.
No podían darse el lujo de perder, había que ganar a como de lugar. A la mala de ser posible, a la mala como finalmente fue. Reportes de grupos de choque e incidentes hubo en todos lados: Pánuco (hasta balazos según reporte de twitteros), Tantoyuca (enfrentamiento a palazos por grupos panistas y priistas), Poza Rica (con grupos de choque del PRI en algunas casillas, amedrentando votantes), Álamo Temapache (con presencia de personas armadas recorriendo casillas), Veracruz (compra de votos y coacción por parte de panistas, incluso hubo detenidos), el asesinato en Tatatila de una militante panista.
El acarreo en todos lados, los representantes priistas en las casillas, vestidos de rojo; los mensajes a los celulares que no cesaron invitando a votar por Duarte, los correos electrónicos que de manera facciosa te marcaban “la línea” para el “delfín” del gobernador Fidel Herrera Beltrán (a quien le cantamos desde ahora las golondrinas).
Bastante evidente la ausencia del IEV en todo esto; el árbitro electoral tomando una postura ajena y cómplice a la vez.
Frente a nuestras narices remataron a la de por sí moribunda democracia. ¿Quién ganó la elección en Veracruz? Independientemente de los resultados (y los cantos de triunfo de cualquiera de los tres), me queda claro que el pueblo veracruzano no ganó, al contrario, fue el gran perdedor por todo lo que soportó hasta el final de este cochinero que fue el proceso electoral.
Jornada de miedo, no sólo por la tensión sembrada en los días de campaña, sino por las formas tan bajas de hacer política, que dan miedo.
Ahora que está muerta la democracia, la llevan a enterrar tres zopilotes y un ratonsote de sacristán… en plenitud de su pinche poder.
Comentarios, quejas y condolencias, dejar aquí o en Twitter: @ZonaDtolerancia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¡Pásele, pásele que si hay de todo!
-
-
Lila Downs en el TlaqnáHace 5 años
-
México unido... o perdidoHace 6 años
-
-
-
-
-
-
-
Vive Latino 2011Hace 13 años
-
-
-
No hay comentarios:
Publicar un comentario