Por Rodrigo Vidal
El problema de ser cada día más en el mundo radica en el consumo acelerado de los recursos para sostenernos como especie, sin importar el impacto que esto ha tenido sobre el planeta en general.
Además, existe un porcentaje elevado de personas que concentran los recursos, como el agua y alimentos, en contraste con aquellos miles de millones que apenas sobreviven con lo mínimo o de plano nada tienen. México tiene de los dos moles: ricos (pocos) muy ricos con pobres (mucho) muy pobres.
En el Día Mundial de Población que se celebró este domingo, bien vale la pena reflexionar a donde hemos llegado como especie y de qué nos ha servido ser cada día más. Somos tantos y cada vez nos toleramos menos, por ejemplo.
Ni muchos ni machos
Aquí algunas cifras de cuántos somos y de a cómo. De acuerdo con el INEGI, por su monto de población, México ocupa el lugar número 11 en el mundo y el tercero de América, superado por Estados Unidos y Brasil. En 2009 alcanzamos los 107.5 millones de personas en todo el país, de los cuáles 51.3 por ciento son mujeres y 48.7 hombres.
De todos los mexicanos que somos (cuando le pregunten ya no diga que un chingo y otro tanto), la mayoría nos concentramos en ocho entidades que tienen poco más de la mitad de la población total. Las tres entidades con mayor número de habitantes son: Estado de México con 14.8 millones de habitantes, el Distrito Federal con 8.8 millones y el estado de Veracruz con 7.3 millones de jarochos (más los que traigan de Ciudad Juárez y Reynosa la próxima semana).
La esperanza de vida el año pasado se estimó en 75.3 años, pero mejor les va a las mujeres, pues el promedio en ellas es de 77.6 años y en hombres 72.9. Por alguna razón (que no creo en la teoría del castigo divino, pero algo de cierto debe haber) aquí en Jarochilandia vivimos menos que la media nacional.
Se estima que en 2009 la esperanza de vida al nacimiento de la población veracruzana era de 74.1 años; 76.5 en las mujeres y 71.7 en los varones, y la edad mediana de la población del estado es de 27 años: 29 las mujeres y 26 los hombres.
Otro dato interesante es que como población vamos envejeciendo. Cada vez habrá más población adulta, y menos jóvenes. Mire usted, en los años sesenta la tasa de crecimiento promedio anual de la población en todo el país fue de 3.4 por ciento, y para el período 2005-2009 es de 0.86 por ciento. Es decir que nacen menos chamacos que hace casi 50 años.
Veracruz tiene hoy una tasa de crecimiento menor a la del país en ese mismo período 2005-2009, es de 0.3 por ciento. Es Orizaba el municipio veracruzano que tiene la mayor densidad de población en el estado, de 102 habitantes por kilómetro cuadrado, como quien dice, viven más amontonados. Y en el extremo contrario está Ozuluama de Mascareñas con 10 habitantes por kilómetro cuadrado. ¡Terreno les sobra pa’ correr, pues!
Saber cuántos somos debe servirnos para interesarnos por hacia dónde vamos. En un país y un estado marcado por la desigualdad social, lo menos que tenemos que hacer los veracruzanos es estar informados de lo que ocurre con el resto de la población, para poder tomar decisiones e influir al encauzar las políticas públicas y los programas de desarrollo que nos permitan convivir en igualdad de circunstancias.
De nada nos sirve ser muchos y permanecer inmóviles o movernos sólo para acabar con nuestro entorno. Comentarios, quejas y sugerencias, aquí, y síganos en Twitter: @ZonaDtolerancia.
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