Zona de Tolerancia
Por Rodrigo Vidal
La investigadora y ex secretaria de Salud de Gobierno del Distrito Federal del 2000 al 2006, Asa Cristina Laurell, concluye que en México no existe la cobertura universal de los servicios de salud y para nada el Seguro Popular lo representa.
Ella dictó la conferencia “Hacia la cobertura universal de la salud en México: ¿Es el Seguro Popular el camino?” en el marco del trigésimo aniversario del Instituto de Salud Pública.
De acuerdo con la conferencista “el Seguro Popular se ha convertido en un programa que cubre gastos menores pero deja a un lado el tema de la universalidad de los servicios de salud para los mexicanos”, y el problema crece con la diversidad de instituciones públicas que otorgan la seguridad social a los derechohabientes: IMSS, ISSSTE, Pemex, Sedena.
Resulta curioso que aún con tantos organismos que deberían vigilar por la salud de los mexicanos, existen millones que carecen de atención médica (sin tomar en cuenta la deficiencia hospitalaria que orilla a los derechohabientes a pagar servicios médicos particulares).
Para la investigadora, “la cobertura universal de salud, apoyada en las instituciones del sector público, es una meta que se ha dejado a un lado por impulsar este programa en el cual las decisiones ejecutivas, de acuerdo con modificaciones a la Ley General de Salud, son tomadas directamente por la Presidencia de la República”.
Y es que no todos pueden entrar al Seguro Popular, entonces se convierte en excluyente como el resto de las instituciones médicas. Los afiliados al Seguro Popular deben no ser derechohabientes de los otros organismos, deben solicitar la afiliación (sino la solicitan, el Gobierno muy cruzado de brazos), proporcionar la información necesaria para la realización de la evaluación socioeconómica de la familia, denominada Cédula de Características Socioeconómicas del Hogar.
Entregar copia y presentar original del Comprobante de domicilio, Clave Única de Registro de Población (CURP) de cada integrante de la familia o documento oficial que la contenga. Si no cuenta con ella, copia del acta de nacimiento. Identificación oficial con fotografía de la persona que fungirá como titular de la familia.
Recibo de pago por cuota familiar que corresponda salvo que se trate de familias que por su condición socioeconómica entren al régimen no contributivo (hay que ser pobre para entrar). Además una documentación adicional para casos de familias que cuenten con hijos de entre 18 y 25 años de edad o que sean beneficiarios de algún programa federal de combate a la pobreza.
Para el caso de familias con hijos de entre 18 y 25 años de edad se debe presentar constancia de estudios que acredite que se encuentran cursando estudios de educación media o superior, sino estudian, no entran.
En Veracruz hay 719 mil 806 familias afiliadas, que representan 2 millones 57 mil 432 personas, de acuerdo con la información del propio Programa, pero, como dice Cristina Laurell, fuera de dicho programa quedan las intervenciones y tratamientos más costosos, como son los casos de la atención a enfermedades crónico-degenerativas como el cáncer y padecimientos asociados al corazón, ¿entonces?
La solución es la cobertura universal para todos aquellos mexicanos que por cualquier situación que enfrenten carecen de servicios médicos (recordemos aquellos casos en donde los patrones no los dan de alta ante el IMSS y esos empleados tampoco pueden pertenecer al Seguro Popular por su condición laboral, algo muy común).
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