Desabasto que mata

Zona de Tolerancia



Por Rodrigo Vidal

El derecho a la salud de personas con VIH/sida sigue violentado por las fallas administrativas y falta de presupuesto para la adquisición de medicamento. Los riesgos van desde la resistencia viral a los medicamentos por alterar el tratamiento hasta la muerte de los pacientes.

No es sólo un problema de presupuesto, es un asunto de vida o muerte para quienes viven con VIH y sida. La Comisión Nacional de Derechos Humanos ya mandó una alerta a las autoridades, pues el 60 por ciento de las quejas presentadas por personas con VIH/sida ante ese organismo son por desabasto de medicamentos.

“Para este Organismo nacional, la falta de esos medicamentos es un asunto administrativo y presupuestario que afecta el derecho a la protección de la salud de personas con VIH, como lo establecen el artículo 4° constitucional, los instrumentos internacionales en la materia y la legislación secundaria aplicable”, señala la CNDH en un comunicado.

El llamado es para las autoridades de Salud federales y estatales “a corregir deficiencias administrativas en el manejo de inventarios y compras, para evitar desabasto, insuficiencia de fármacos y desperdicio de los mismos al quedar caducos y desaprovechados”.

Al respecto la CNDH expresa su preocupación ante la posibilidad de que miles de pacientes estén en riesgo de no recibir medicamentos para controlar su infección por VIH, y vaya que razones hay para preocuparse.

Se teme que el presupuesto en la materia, de mil 657 millones de pesos, sólo permita atender este año a 37 mil personas, por lo tanto tres mil 500 podrían quedar sin esa atención.

Esto no debe preocupar sólo a los que tienen VIH, sino a todos, porque al decaer la salud de los que viven con el virus o tienen sida, la consecuencia puede ser la muerte y al perder ellos la vida, alguien de nosotros podría perder un amigo, un hermano, un padre o una madre.

Candil de la calle
Fue presentado el VI Informe sobre la situación de los Derechos Humanos de las personas Migrantes en Tránsito por México, donde se reitera que los mexicanos, sobre todo las autoridades policiales en los estados del sur, tratan peor a nuestros hermanos centroamericanos que un estadunidense a un paisano.

Como dicen en mi pueblo, qué culpa tienen los guatemaltecos de que México se les atraviese en su camino a Estados Unidos. Lo importante es aprender a predicar con el ejemplo y no hacer con ellos o no permitir que los traten como tratan a nuestros connacionales en el vecino país del norte.

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