martes, 20 de julio de 2010

Con dinero y sin dinero...

Pemex ordena confidencialidad de convenios: UV

Por Rodrigo Vidal


Xalapa, Ver.- Luego de reconocer, sin dar cifras exactas, que la Universidad Veracruzana tuvo ingresos por más de 300 millones de pesos sólo en un año vía los convenios con Petróleos Mexicanos, el director de Vinculación General, Alejandro Moreno Hernández, asegura que como institución educativa “podemos prescindir de Pemex”.

Tras aclarar que la falta de información y transparencia sobre los detalles de los convenios que la UV ha firmado con Pemex desde 2001 obedecen a las cláusulas de confidencialidad que la paraestatal establece en los contratos signados, comentó que más que el dinero, a la universidad le interesa “esa posibilidad de aprendizajes múltiples” y de “oportunidad académica”.

“Uno diría que es mucho dinero, pero el dinero se gasta en operación”, y de acuerdo con el funcionario universitario, el 75 por ciento de lo que ingresa a la UV a través de los convenios con Pemex, se es para cubrir esa parte.

Agregó que los apoyos directos a trabajos de tesis, servicio social e investigación son mínimos comparados con el gasto de operación de los convenios. Además, la firma de estos contratos con Pemex y sus subsidiarias “vino a impactar al interior de la universidad en su administración, en su manejo financiero, en sus licitaciones, en sus partes jurídicas”.

Por ejemplo, ante la queja de desplazamiento de académicos que quedan fuera de los convenios a pesar de contar con perfiles y experiencia, Moreno Hernández reconoce que los convenios los tomaron por sorpresa y debido a las cargas académicas y la falta de acreditación de investigadores, en muchos de los convenios la UV se vio en la necesidad de subcontratar personal.

Acceso denegado
Con base en los datos publicados en la página de Internet de la UV por el Departamento de Transparencia y Acceso a la Información, El Heraldo de Xalapa hizo público el monto aproximado que ingresó a la universidad vía los convenios con diversas subsidiarias de Pemex, y que en cinco años superaba los 352 millones de pesos.

Pero el director de Vinculación General de la UV, Alejandro Moreno Hernández, aclara que el monto es mucho mayo a esta cantidad, “por ejemplo ha habido años en los que se firmaron convenios por 300 millones o 250 millones” de pesos con Pemex.

Sin embargo, el funcionario dice que la falta de información sobre los convenios, no sólo del ingreso que tiene la universidad, sino en el detalle de los proyectos de investigación que se financia con ese recurso, está limitada por cláusulas de confidencialidad en los contratos, donde Pemex prohíbe la publicación de esos datos.

“Jurídicamente en los convenios hay una cláusula donde la UV se compromete a no dar información de los convenios y Pemex atrae esa facultad, contrata pero el resultado de esos trabajos es confidencial”, y la paraestatal la única autorizada para revelarlos, si así lo desea.

Esto deja afuera toda posibilidad los avances en investigaciones que la universidad ha tenido, mediante el financiamiento de Pemex, lo que incomoda a los académicos e investigadores que encabezan los proyectos.

“Muchos maestros dicen que se hicieron trabajos interesantes y se puede publicar o hasta editar un libro con los resultados, pero no se puede hacer por la cláusula de confidencialidad”, reitera el Director de Vinculación General.

En el caso de los montos, que aparecen en algunos convenios y en otros no, dentro del portal de Internet de la UV, explica que hay un análisis previo del departamento Jurídico de la universidad, pues al ser una institución pública, debe transparentar el manejo de esos recursos.

“Una vez que checan minuciosamente, saben lo que si se puede poner, que es la carátula del convenio, la información general, el nombre de convenio, dónde se firma, a veces el monto, pero no siempre está el monto”, y para evitar que se convierta en un conflicto con Pemex y se revierta a la UV, mantienen oculta esa información.

Alejandro Moreno se comprometió a solicitar a la oficina de Transparencia de la UV la cifra total de los ingresos en 10 años de relación con Pemex, “porque la UV debe estar bien protegida, no como persona, sino como institución”, pero aclara que “básicamente el 75 por ciento se lo lleva la operación, por eso más que el dinero es esa posibilidad de aprendizajes múltiples”.

Incluso, asegura que hoy “podemos prescindir de Pemex” pues la relación que llevan con la paraestatal “la vemos como un nicho de oportunidad académica, es decir, uno diría es mucho dinero pero el dinero se gasta en operación, si checamos todos los recursos que sacamos de Pemex y que apoya trabajos de tesis, en el servicio social o de investigación, es mínimo”.

Hacerle fuchi a Pemex
Con mucha seguridad, el Director de Vinculación General afirma: “reconocemos que Pemex es la empresa más importante del país, pero le hemos dicho que no muchas veces”.

En los últimos cuatro años la Universidad Veracruzana ha condicionado la firma de convenios con Pemex sino estos no incluyen un impacto académico, “si no lo incluye no lo firmamos o que no se tenga que subcontratar todo”.

Si el contrato no tiene un impacto académico no se firma, y en ese sentido asegura que la UV es de las instituciones de educación superior que menos convenios tiene y puso como ejemplo la Universidad Benemérita de Puebla que tiene cientos de convenios en todo el país, pero que en todos subcontrata personal externo para desarrollarlos, a cambio sólo pide que se inviertan tantos millones para su departamento de posgrado y otro tanto para la docencia.

Pero una vez que terminen, a es institución no le quedará nada “y con la UV ocurre todo lo contrario”, dice Moreno Hernández, aunque reconoce que también tienen que subcontratar especialistas externos, principalmente por dos razones: los académicos de la UV no están acreditados y el sistema de cargas académicas se los impide.

Actualmente la UV ya trabaja para solucionar esa parte que ha generado inconformidad entre la comunidad académica donde operan estos convenios, por el desplazamiento de maestros e investigadores que pueden estar al frente de los proyectos de Pemex.

“Los maestros tienen una carga académica de 40 horas a la semana, entonces ¿cómo pueden entrar a trabajar de tiempo completo en un convenio? Consultamos en Recursos Humanos y de acuerdo con la ley dijeron que no pueden trabajar más de 10 horas adicionales a sus 40 horas, y eso obligó a buscar diversas formas y también obligó a buscar gente de fuera”, explica.

Pero también valió para que la universidad replante un nuevo esquema de diversificación de carga académica. El otro obstáculo es que “tenemos ingenieros muy buenos pero no están acreditados, y tenemos ingenieros que estuvieron en Pemex y cuentan con la experiencia pero no están acreditados”.

Es otro punto que la UV comenzó a resolver, “y apenas comienzan la acreditación”; y es que el planteamiento del área de Recursos Humanos es “te vas de tiempo completo, que te den un permiso sin goce de sueldo, entonces, el académico dice ‘como voy a bajar mis derechos, me gusta mucho el convenio, está bien la paga pero no voy a sacrificar mi jubilación por eso’ y tenemos menos oportunidades de contratar maestros propios” dentro de los convenios con Pemex.

En ese sentido, dice que “la universidad lenta pero se va transformando” para cumplir con los contratos con la paraestatal.


Lo mismo, pero más barato
Sobre la reducción considerable de los montos en los convenios firmados en el presente año con Pemex, dijo que se debe a la reducción de las actividades petroleras, a la baja en el boom de la explotación del Proyecto Aceite Terciario del Golfo (ATG), antes Paleocanal de Chicontepec.

El primero que aparece es con Pemex Exploración y Producción para “auditorías y diagnósticos ambientales, seguimiento de planes de acción, certificación de industria limpia y mantenimiento de protección ambiental de la Gerencia de Perforación y Mantenimiento a Pozos División Norte” con un ingreso de enero a marzo de un millón 37 mil cuarto pesos. Debió finalizar el pasado 11 de junio

Este trabajo es similar al que realizó CAETAPA a la UV mediante el convenio que firmaron el 2 de julio de2007, donde no quedó especificado el pago que hizo la universidad a la empresa.

El segundo convenio de 2010 es con PEP para la “acreditación ambiental para el cumplimiento de términos y condicionantes de proyectos petroleros en el Activo Integral de Poza Rica-Altamira y del Activo Integral Aceite Terciario del Golfo”, con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2010 por un monto de dos millones 71 mil 501.24 pesos.

Las especificaciones del convenio anterior, son similares a la del contrato 424108819, firmado el 16 de mayo de 2008, donde la UV recibió 45 millones 534 mil 427.79 pesos.

Nuevamente PEP contrata por siete millones 471 mil 213.04 pesos a la UV para el “servicio de apoyo en actividades técnico administrativo, de supervisión y actualización de contratos, así como monitoreo de actividades de perforación y mantenimiento de pozos en PEP”, que finaliza el 31 de diciembre del presente año.

El siguiente contrato de 2010 se firma por un millón 508 mil 799 pesos para “monitoreo de condiciones ambientales y seguimiento, evaluación y validación de complemento de términos y condicionantes del Proyecto Regional Ogarrio-Magallanes” que finaliza el 31 de diciembre.

Pero también, dice, esta reducción en los montos se debe a que Pemex se ha interesado en algunas cláusulas específicas de los contratos y “los proyectos llevan el mismo nombre pero el monto es menor”. Aunque dijo que la UV podría prescindir de la paraestatal, agregó que en la última década la relación con Pemex ha sido favorable para la universidad.

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