De reversa... mami

Zona de Tolerancia

Por Rodrigo Vidal

El 28 de agosto la Suprema Corte de Justicia de la Nación falló a favor de declarar constitucional la despenalización del aborto voluntario hasta las 12 semanas de gestación en el DF. Un triunfo de la razón sobre los prejuicios y del derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo.

Pero las cosas parecen cambiar desde el resto de los estados. Crece una corriente que me atrevo a llamar moralina y conservadora, con políticas públicas cargada de criterios religiosos, que busca “defender la vida desde el momento de la concepción”, es decir, que busca violar los derechos humanos, sexuales y reproductivos de la mujer, las únicas responsables a tomar decisiones sobre su propio cuerpo.

Ahora diputados y gobernadores se atribuyen el derecho a decidir por las mujeres, sin reforzar sus políticas de salud reproductiva y dándole vuelta a la educación sexual.

A finales de octubre diputados del PRI y PAN del Congreso de Baja California aprobaron en lo general una adición constitucional que impide toda posibilidad de interrupción legal del embarazo (ILE), a las mujeres que así lo decidan. Recordemos que en ese estado se presentó el caso de Paulina, la niña de 13 años que el 31 de julio de 1999 fue violada, quedó embarazada y los médicos se negaron a prestarle el servicio para interrumpir el embarazo.

En Morelos, la reforma al Artículo 2º de la Constitución de ese estado, aprobada por el Congreso local el pasado 11 de noviembre, ya se encuentra en manos de los 33 ayuntamientos para su validación. Esta reforma penaliza el aborto bajo el argumento de proteger la vida desde la concepción.

Guanajuato (la tierra de Fox), es otro estado cuyo Congreso local está preparando una ley antiaborto, que lo mismo que en Morelos, generó ya una serie de protestas de grupos defensores de los derechos de las mujeres. Fue la fracción panista que retomó el análisis de esta reforma a principios de octubre.

Veracruz no se queda afuera. El gobernador Fidel Herrera Beltrán presentó una iniciativa de decreto de reforma a la mismísima Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para que el Estado garantice el derecho a la vida desde el momento de la concepción y para que se establezcan los casos de excepción a la protección de la vida de los no nacidos.

Mientras que sus diputados locales del PRI presentaron una iniciativa para incluir en la Constitución local un apartado que defienda la vida “desde el momento de la concepción”.

Veracruz es uno de los estados con mayor número de abortos clandestinos del país, práctica que pone en riesgo la vida de la madre. Cuando se presentó la iniciativa en el Distrito Federal, los opositores a la ampliación de las causales para el aborto dijeron que la Ciudad de México se convertiría en la Capital del Aborto, nada más falso que eso.

Las cifras indican que el número de abortos realizados se mantiene en lo programado y lo que se incrementó fueron las consultas y asesorías en instituciones de salud del DF sobre la práctica del aborto, es decir, las jóvenes perdieron temor por preguntar y están haciendo uso de su derecho a informarse antes de tomar cualquier decisión.

En la columna del 30 de agosto, cuyo tema titulé Quitadas de la Pena, expresé estar en contra del aborto, porque cuando una mujer llega a la decisión de interrumpir su embarazo es porque ya fue víctima de algún abuso sexual, o de la mala, poca o nula educación sexual que persiste en nuestro país, y eso es el verdadero crimen.

Si los diputados y los gobernadores quieren evitar que ocurran abortos en México entonces que comiencen por diseñar una verdadera y efectiva política de prevención y educación sexual, que permitan a los jóvenes disfrutar plenamente, con seguridad y responsabilidad su sexualidad.

Todas estas decisiones que se están tomando en los estados, sólo marcan un peligroso retroceso a los derechos de la mujer.