Los retos post Conferencia sobre Sida

Zona de Tolerancia

Por Rodrigo Vidal

La XVII Conferencia Internacional de Sida que hoy concluye deja mucha información tan variada, diversa y contrastante sobre la enfermedad, que tendrá que ser tomada en cuenta para continuar el combate contra el contagio, y el Gobierno en México tiene que entrarle como varios de los expositores lo hicieron ver.

En primer lugar la Conferencia reveló el alcance mundial que tiene la enfermedad (33 millones se infectan cada año y mueren dos millones por el virus en el mundo), los avances en la ciencia para enfrentarla (la prevención sigue siendo el método más eficaz contra el contagio), los límites que existen en algunos países para prevenir el contagio y atender a los infectados (eso incluyó parte de la política de salud que se aplica en México), la vulnerabilidad de varios sectores de la población, entre muchos otros aspectos que fueron abordados.

Existen dos puntos en donde el gobierno mexicano tiene que poner mayor empeño: garantizar la cobertura universal de antirretrovirales a los enfermos de VIH/Sida y alejar de los esquemas de prevención la moralina y el conservadurismo que imperan en las políticas públicas sobre el tema.

Durante la Conferencia, la Secretaría de Salud anunció que hizo la compra de medicamentos a cinco empresas farmacéuticas que le permitieron un ahorro del 40 por ciento, gracias al decreto (que coincidentemente se publicó en esta semana), en el Diario Oficial de la Federación que permite la compra de medicamentos genéricos intercambiables en otros países, eliminando el requisito de contar con una planta dentro de territorio nacional.

Con esto México reduce los precios, pero no elimina las patentes, y si hubiera roto las patentes, la reducción de los costos sería de 80 o 90 por ciento, según dijo Luis Soto, Copresidente de la XVII Coferencia. Y es precisamente eso lo que las asociaciones civiles de lucha contra el VHI/Sida reclaman.

Incluso el embajador de Francia para la lucha contra el Sida, estableció un plazo de 10 años para lograr la cobertura universal e invitó a México a sumarse a la alianza Unitaid, donde participan Brasil, Chile, Reino Unido, Noruega y Francia, que permite obtener fondos para la compra de medicamentos.

Pero es en la prevención donde está el arma para evitar el avance de la enfermedad. La prevención basada en la educación sexual, en el conocimiento del contagio de la enfermedad, la erradicación de los prejuicios, el uso del condón y demás aspectos que aún tienen una enorme carga de conservadurismo en México.

En ese aspecto se está dando un (otro) debate entre el Gobierno de la República y del Distrito Federal, por la autorización o no para distribuir 580 mil libros titulados Tu Futuro en libertad, que publicó el gobierno capitalino para ser distribuido en secundarias y preparatorias del DF, con información sobre sexualidad, sin embargo la SEP prohibió que este material se use en las escuelas sin antes ser revisado por el área de Materiales Educativos de la propia Secretaría.

Mientras permitan que grupos conservadores se involucren en las áreas de prevención, y se emitan argumentos que condenen el uso del condón, la educación sexual, la diversidad en el ejercicio de la sexualidad, los métodos para el control de la natalidad, entre otros, seguro habrá más contagios.

A esto hay que sumar la ignorancia que aún persiste en torno a la enfermedad. La discriminación y el rechazo imperan en la sociedad hacia las personas con VIH/Sida. Por difícil que esto parezca, así ocurre. Hace una semana en ésta ciudad los medios publicaron la nota de un maestro que murió dentro de un hotel. Tenía Sida y decidió terminar sus días solo para no poner en vergüenza a su familia ante la sociedad. Así como pensó el maestro, todavía piensan muchos.

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