jueves, 24 de junio de 2010

El voto joven

Zona de Tolerancia

Por Rodrigo Vidal


El destino de Veracruz recaerá sobre los jóvenes, y los jóvenes se preguntarán “¿y qué culpa tenemos?”. Resulta que la apuesta de los candidatos a gobernador, diputados locales y alcaldes es el “voto joven”, tomando en consideración que más de dos millones de hombres y mujeres que integran el padrón electoral veracruzano (de 5.3 millones de personas), son jóvenes entre 18 y 35 años.

De acuerdo con el IEV, podrán votar este 4 de julio un total de 5 millones 332 mil 734 ciudadanos que conforman el padrón electoral, de los cuáles dos millones 52 mil 658 tienen entre 18 y 35 años. De ahí que hoy más que nunca el joven esté en el discurso de los candidatos.

Lo curioso es que para los políticos, los jóvenes representan una dualidad entre ser “el futuro del estado” y mantener una postura completamente apática a las políticas públicas. Sin embargo, queda claro que no existe una articulación entre las dinámicas juveniles y la dinámica de la política en general.

Los políticos tienen en sus discursos el tema de la juventud, pero queda claro y más a los jóvenes que están excluidos de las propuestas, incluso, de los programas vigentes de gobierno. De acuerdo con Martín Aguilar, director del Instituto de Investigaciones Histórico y Sociales de la UV, los jóvenes no son apáticos a la política, sino son apáticos a “ese” tipo de política, “porque estos jóvenes están viendo que es otra dinámica que no resuelve sus cuestiones a futuro”.

Contrario a lo que los candidatos esperan, el investigador de la UV tiene la percepción de que los jóvenes no se van a acercar masivamente a las urnas, pues “no se ha generado esa articulación entre las propuestas de los programas y cuál es la dinámica de los jóvenes ahora”.

Pero si esa separación entre lo que los políticos creen que es “ser joven” y el serlo es notoria en las zona urbanas, como esta capital, se convierte en abismal conforme los jóvenes acumulan elementos que acentúan la discriminación a su sector: ser joven en zona rural, ser joven indígena, ser joven y pertenecer a una tribu urbana.

La asociación civil Miahuaxochitl, que opera en la huasteca alta veracruzana, realizó un informe sobre la exclusión de los jóvenes de los programas sociales, “en México no existen políticas públicas delineadas específicamente para este sector, lo que, trasladado al ámbito rural e indígena, ennegrece aun más el panorama. Las problemáticas que padece este sector a nivel nacional se reproducen en la huasteca: exclusión, falta de canales de participación en la vida comunitaria y un choque generacional que está cuestionando el modo de vida indígena”.

También lo vemos en esta capital, donde últimamente a toda asociación de jóvenes en una colonia popular se le llama pandillerismo, en un estado en donde se condena por ley el grafitti por considerarlo vandalismo. Es un ejemplo de las expresiones juveniles que, lejos de generar el entendimiento de la clase política, son motivo de persecución.

En el debate virtual vimos tanto a Dante Delgado, Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes, plantear la generación de empleos como una propuesta para solucionar el problema de los jóvenes, pero dicho como un decálogo de buenas intensiones que no aterrizaron en la forma ni en el fondo.

Debe quedar muy claro que hoy en día la educación tampoco garantiza la solución los problemas de la juventud. Ya no es garantía de trabajo el tener estudios universitarios, ¿entonces? Cuando los candidatos hablan de empleos ¿a qué empleos se refieren? ¿Con qué ingresos?

Urge terminar con las simulaciones y comenzar a construir políticas verdaderamente incluyentes para los jóvenes. Que los políticos dejen de verlos como el nuevo botín y los llamen “el futuro de Veracruz” cuando en campaña los utilizan sólo para pegar pendones y pintar bardas.
Miahuaxochitl lo plantea de esta manera: “para los candidatos y futuros gobiernos locales existen grandes retos, tales como la necesidad de entender las dinámicas poblacionales, la emergencia de la población juvenil -que a diferencia de antes tiene un nivel de escolaridad mayor-, así como la falta de empleo, a pesar de que el actual gobierno en México y Veracruz sostienen lo contrario”.

Esta asociación expone que la gobernabilidad se encuentra en riesgo pues las demandas superan a los satisfactores. “Si no se diseñan políticas públicas con la participación de los distintos sectores, cada vez menos los gobiernos podrán mantener la gobernabilidad pudiéndose preveer escenarios de violencia en un futuro cercano por el desencanto que la juventud puede canalizar hacia los extremos”.

Decidan pues, o el joven es el salvador o es todo lo contrario, yo considero que es mucho más que eso. Comentarios, quejas y sugerencia, ddejar aquí y en Twitter: ZonaDtolerancia.

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