martes, 17 de febrero de 2009

Discapacidad Política

Zona de Tolerancia

Por Rodrigo Vidal


Cuatro años se cumplieron ya de que fue promulgada la Ley de Integración de las Personas con Capacidades Diferentes del Estado de Veracruz, y el año pasado venció el plazo para que los gobiernos municipales y del Estado, impulsaran la construcción de la infraestructura que facilite el tránsito y libre desplazamiento de las personas con discapacidad, que no sólo hace referencia a aquellos con problemas motrices.

Es una pena que en todo este tiempo las autoridades, bajo el argumento siempre de la falta de recursos, sigan violando lo dispuesto en la ley. Las personas con discapacidad que desean ingresar, o ya lo están, en la vida productiva, se enfrentan a una serie de carencias en la infraestructura urbana para moverse con facilidad.

Es más, pareciera que el problema para los discapacitados no son las barreras físicas, sino las mentales de los políticos, funcionarios públicos estatales y municipales, y diputados, que no han encontrado la manera de hacer valer la ley, consiguiendo los recursos necesarios para crear esa infraestructura que le permita lo mismo a un invidente que a una persona en silla de ruedas, transitar en lugares públicos.

Si bien, ningún presupuesto alcanza para todo, pero desde que se publicó la Ley en la Gaceta Oficial del Estado el 11 de febrero de 2005, se estableció un plazo de tres años para adecuar edificios y espacios públicos. Es decir, que tenían tiempo para hacerlo o por lo menos comenzar. Por eso insistiré que no es por falta de recursos, sino por falta de voluntad.

Las autoridades de Poza Rica y del Estado, cacarearon que se consiguió un Centro de Rehabilitación Infantil Teletón, para lo cual se valieron de los discapacitados como bandera, en ese formato ya conocido de explotar la lástima hacia ellos, pero no dan muestras de querer mejorar las condiciones para que puedan moverse libremente en la escuela, en el cine, en las calles, en el parque, en las oficinas de gobierno, en las bibliotecas, en los centros comerciales.

Ahí está la ley. No basta con regalar sillas de ruedas y despensas en procesos electorales. Basta de usarlos siempre para obtener un fin con el que tengan que pararse el cuello. A cuatro años de distancia, la Ley de Integración de las Personas con Capacidades Diferentes del Estado de Veracruz, parece ser letra muerta, como otras, como todas.

Niños en la calle
De nuevo es fácil identificar a niños en situación de calle o en la calle, trabajando desde limpiaparabrisas, vendedores de chicles y pidiendo limosna. Luego que no digan las autoridades que no se daban cuenta que esto ocurría.

No se necesita que ocurran tragedias, como el de la niña Esmeralda, que era limpiaparabrisas y fue violada y asesinada, para que actúen. Ahí están ahora en las calles, es cuestión de bajarse de los autos oficiales o abrir mejor los ojos.


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