domingo, 1 de febrero de 2009

¡Ay corrupción, ya me volviste a dar!

Zona de Tolerancia

Por Rodrigo Vidal


Dos noticias. Primero la buena: un fiscal de distrito investigará a una ex funcionaria de salud, acusada de actos de corrupción y uso de privilegios excesivos mientras se mantuvo en el cargo. El crimen de la esta doctora es haber utilizado a empleados estatales como sirvientes suyos en trabajos de porteros, choferes, mandaderos y empleados domésticos. ¿No que no?

La mala: esto ocurre en Nueva York; se trata del caso de la doctora Antonia Novello, ex secretaria de Salud, de origen puertorriqueño, quien se desempeñó durante siete años en el cargo. El expediente señala que ella ordenaba a esos empleados hacerles las compras en el supermercado, llevarla de compras, también a su mamá, trasladarla al aeropuerto y cargar con sus objetos personales, para lo cual hasta les autorizaba horas extras, que sumaron un total de dos mil 500 horas.
Según cuentas de la Oficina del Inspector General del Estado de Nueva York, el que Novello haya tenido a los empleados del estado como sus empleados particulares, le costó al fisco alrededor de 50 mil dólares.

Así que, en primera instancia, de ser encontrada culpable, la doctora Novello, quien ahora trabaja en el Hospital Infantil de Disney, en Orlando, Florida -donde seguramente Mikey Mouse le carga el maletín, Daisy le compran el mandado (y va de canasta y con reboso de bolitas), y tiene a Tribilín de mayordomo-; tendría que pagar esa cantidad (50 mil dólares), al Estado y quizá hasta cumplir con un servicio a la comunidad.

Por cierto, la doctora Antonia Novello también fue Secretaria de Salud de los Estados Unidos en la administración de George Bush, el padre.

Una situación similar en México también es delito, pero ¿alguien conoce de un caso similar? Con esas consecuencias, yo no. Pero si de funcionarios (alcaldes, regidores, directores, jefes de área, diputados, senadores, secretarios, gobernadores, y demás), que utilizan al personal a su cargo como sus mandaderos, gatos, chachos, criados, chalanes, o como se les llame, según las regiones donde se encuentren.

Es más, no sólo se trata del uso de personal oficial para labores particulares, sino de toda una maquinaria pública -desde equipo de oficina hasta vehículos oficiales- para labores privadas, y hacer actividades que van de las tareas escolares de los hijos hasta es desvío de material a los negocios personales de los funcionarios públicos.

A situaciones como estas nos enfrentamos a diario. Y muchos somos testigos. Las evidencias están a la vista de todo el que las quiera ver. Contraloría del Estado procedería, con la mano en la cintura, contra esos funcionarios ante tanta prueba fehaciente de estos casos de corrupción, pero no lo hace.

El uso indebido o el desvío de recursos públicos, materiales o humanos, está penado también en México, pero como siempre, las leyes resultan letra muerta en este o otros casos. Por eso vemos ahora que son más cínicos quienes abusan del poder, pues están muy seguros –y con razón-, de que nada ni nadie los castigará.


¿Conoces de algún caso como estos? comentarios aquí:

2 comentarios:

P´PITO dijo...

casos de corrupcion....!!!
mmmmm fijate que si conosco casos, pero mira mejor lo dejamos en que estamos bien jodidos aqui en mexico...

saludos!!!

PashmiNa dijo...

Pues por el momento no se me ocurre ningpun caso de este tipo pero México está lleno de este tipo de casos, sólo es cuestión de buscrlos.

saludos!

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